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Uno de los esfuerzos más exitosos del PNUMA en el espacio digital es el Observatorio Internacional de Emisiones de Metano (IMEO), que utiliza datos obtenidos por satélite y aprendizaje automático para detectar fugas de metano en instalaciones petrolíferas y gasísticas. El sistema notificó 1.066 emisiones a empresas y gobiernos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2024. Las alertas propiciaron la adopción de medidas para detener fugas importantes en Argelia y Nigeria, evitando la liberación de gases de efecto invernadero equivalentes a los que producirían 1 millón de coches en un año.

El Laboratorio Digital de Aceleración, puesto en marcha en mayo de 2024, cuenta con 20 aplicaciones y prototipos digitales. Entre ellas, el Explorador de Ecosistemas de Agua Dulce, que permite a los usuarios acceder a mapas de alta resolución que ilustran el estado de lagos, ríos y otras fuentes de agua dulce, y facilita dar seguimiento a su distribución a lo largo del tiempo. La plataforma Strata señala las zonas en las que los factores de estrés ambiental, como el cambio climático, se solapan con los conflictos y los problemas socioeconómicos, lo que ayuda a los responsables de la toma de decisiones a priorizar las respuestas y fomentar la consolidación de la paz.
Asimismo, el PNUMA trabaja para garantizar que las nuevas tecnologías no dañen el medio ambiente. Con vistas a la Asamblea General de las Naciones Unidas de septiembre, el PNUMA publicó Artificial Intelligence (AI) End-to-End, una nota temática que recoge siete recomendaciones para reducir al mínimo el impacto de la inteligencia artificial en el planeta. Entre ellas, se incluye la elaboración de normas mundiales para medir la huella ecológica de la inteligencia artificial.