Two women sitting on a bench and holding a bowl full of seeds 
PNUMA
Mujeres recogen semillas en Sumatra (Indonesia). Los habitantes de esta aldea participan en un programa de ONU-REDD que les permite ganar dinero sin talar los árboles locales
Financiación de un futuro con bajas emisiones de carbono

La Iniciativa Financiera del PNUMA (UNEP FI, por sus siglas en inglés) siguió apoyando a una amplia red de bancos, aseguradoras e inversionistas en sus esfuerzos por hacer frente al cambio climático.

La Alianza Bancaria de Cero Emisiones Netas, convocada por la Iniciativa Financiera del PNUMA, conformada por más de 140 miembros en más de 40 países, aumentó a más de 100 el número de prestamistas miembros que fijan de manera independiente sus objetivos orientados a reducir la huella de carbono de sus actividades financieras en los sectores de la generación de energía, inmobiliario, del transporte, entre otros. Alrededor de dos tercios de los miembros encuestados habían puesto en marcha ya medidas relativas al carbón, y al petróleo y el gas. Un tercio contaba con medidas sobre el uso del suelo y la deforestación. Los miembros de la alianza acordaron ampliar sus objetivos de cero emisiones netas para incluir las actividades del mercado de capitales, la mayor fuente de «emisiones financiadas» para muchos bancos.  

555.000 millones de dólares Cantidad que los miembros de la Alianza de Propietarios de Activos de Cero Emisiones Netas, dirigida por UNEP FI, canalizaron en favor de soluciones respetuosas con el clima en 2023

La Alianza de Propietarios de Activos de Cero Emisiones Netas se amplió a 89 miembros, que en conjunto gestionan casi 10 billones de dólares. En 2023, los miembros de la alianza canalizaron 555.000 millones de dólares destinados a soluciones climáticas, frente a los 100.000 millones de dólares asignados en 2020. Desde el lanzamiento de la alianza en 2019, los miembros han reducido las emisiones de sus carteras en aproximadamente un 6% anual. 

ONU-REDD, una asociación que incluye al PNUMA, asesoró a 11 países en el desarrollo de salvaguardias ambientales y sociales que les permitirían acceder al mercado mundial para el comercio de carbono forestal. Dicho mercado recibió un impulso en la COP29 cuando los países pusieron en pleno funcionamiento un artículo del Acuerdo de París que regula el comercio de carbono. Asimismo, ONU-REDD proporcionó apoyo técnico a siete países que pretendían optar a más de 1.000 millones de dólares en financiación basada en resultados para proteger los bosques. Salvaguardar esos bosques evitaría la emisión de 138 millones de toneladas de dióxido de carbono, el equivalente a retirar de la circulación 30 millones de coches, al tiempo que produciría beneficios para las comunidades y la biodiversidad.