Amy Bowers Cordalis, abogada y miembro de la Tribu Indígena yurok de California, lleva décadas luchando por restaurar el caudal natural del río Klamath en Estados Unidos.
El río Klamath, que atraviesa los estados de Oregón y California, fue en su día la tercera vía fluvial productora de salmón del oeste de los Estados Unidos de América. Sin embargo, cuatro presas hidroeléctricas construidas entre 1911 y 1962 redujeron el caudal del río y diezmaron las poblaciones locales de salmón. Los peces son una especie clave y vital para el modo de vida de los yurok.
En octubre, sin embargo, Amy Bowers Cordalis y los yurok celebraron la demolición de la última de las cuatro presas del Klamath. La demolición fue el resultado de una decisión sísmica de 2022 en la que los reguladores federales dieron luz verde a la eliminación de las presas y la restauración del río.
La decisión supuso la culminación de décadas de defensa, protestas y acciones legales de los yurok. Cordalis desempeñó un papel fundamental. Dirigió la apelación a los organismos reguladores y ayudó a forjar un acuerdo negociado con California, Oregón y el propietario de las presas que desembocó en el desmantelamiento de las estructuras.
«Pensé que íbamos a ser la generación que presenciara el colapso y la muerte total del río —confesó Amy Cordalis—. En cambio, ahora vamos a ser la generación que vea el renacimiento y la restauración de nuestro ecosistema, nuestra cultura y nuestra fuente de vida».
Por su compromiso con los derechos de los Pueblos Indígenas y la gestión del medio ambiente, Amy Bowers Cordalis ha sido laureada como Campeona de la Tierra 2024. Campeones de la Tierra es el máximo galardón de las Naciones Unidas en materia de medio ambiente. La señora Bowers Cordalis es una de las seis personas laureadas en la cohorte de 2024.
«Los Pueblos Indígenas están en primera línea de la conservación mundial. Capacitarlos puede ayudar a fomentar ecosistemas sanos para todos», declaró Inger Andersen, Directora Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). «El incansable activismo y la movilización comunitaria de Amy Bowers Cordalis han conducido a una victoria decisiva para la salud de los ecosistemas y la gestión del medio ambiente. Esto puede inspirar a las personas activistas y defensoras de los derechos Indígenas de todo el mundo», agregó.
Ríos en peligro
Los ríos son las arterias vitales de los seres humanos, la fauna, la flora y los ecosistemas. Más de 140.000 especies dependen de los hábitats de agua dulce, ríos y lagos, para su supervivencia.
Sin embargo, pocos ríos del mundo permanecen en su estado natural y caudaloso, y están cada vez más amenazados por múltiples factores, como la contaminación, la conversión del suelo y el cambio climático. Según datos del PNUMA, el caudal de los ríos ha disminuido ya en 402 cuencas de todo el mundo, una cifra cinco veces superior a la del año 2000.
Pocas personas entienden esto mejor que Amy Cordalis y sus compañeros yurok, que son la mayor tribu de nativos estadounidenses de California, con más de 5.000 miembros, según informa la propia tribu.
Conocidos como el «pueblo del salmón», los yurok han dependido históricamente de los peces como fuente de sustento y pilar de su cultura. No obstante, las presas del Klamath han provocado la proliferación estacional de algas tóxicas, que modifican las temperaturas y propician enfermedades, mermando la calidad del agua, señalan las autoridades del estado de California. El aumento de la población y de los asentamientos urbanos ha incrementado aún más la presión sobre el río.
En 2002, el gobierno federal desvió agua del Klamath con fines agrícolas, lo que provocó un descenso del caudal del río. Esto resultó fatal para al menos 34.000 ejemplares adultos de salmón.
«Fue como ver cómo asesinaban a toda tu familia delante de tus ojos —aseguró Amy Cordalis—. Fue una forma de ecocidio».
Combinar cultura, ciencia y derecho
La masiva muerte de los peces traumatizó a la población yurok, pero también los envalentonó: emprendieron más esfuerzos de activismo para eliminar las presas, colaborando con otras comunidades, científicos, pescadores comerciales y grupos ecologistas.
Para Amy Cordalis, fue un momento decisivo que la inspiró para ingresar en la facultad de Derecho y convertirse más tarde en asesora general de la tribu yurok.
Cuando asumió el cargo de asesora en 2016, el río Klamath registraba una de las temporadas de salmón más bajas de la historia, lo que obligó a la tribu Yurok a cerrar su pesquería comercial. Inspirada por el legado de su tío abuelo -su victoria en el Tribunal Supremo en 1973 reafirmó los derechos territoriales y la soberanía de la tribu yurok-, Cordalis puso en marcha una serie de acciones legales que han ayudado a mantener las poblaciones de salmón.
En 2020, fundó la organización sin ánimo de lucro Ridges to Riffles (de las crestas a los barrancos), que defiende y apoya las políticas de las Comunidades Indígenas para proteger y restaurar sus recursos naturales.
«Utilizamos nuestros conocimientos tradicionales y los respaldamos con evidencia científica y las leyes para hablar el lenguaje de la restauración moderna», explicó Amy Cordalis.
Recuperación y restauración
La victoria legal de la Tribu Indígena yurok en 2022 dio lugar a lo que se ha llamado el mayor proyecto de remoción de presas y restauración de ríos de la historia de los Estados Unidos de América.
Si bien los arduos esfuerzos para eliminar las presas han finalizado éxitosamente tras decenas de años de activismo, el trabajo de Amy Cordalis está lejos de terminar.
El plan de la tribu yurok comprende restaurar y renaturalizar alrededor de 900 hectáreas de tierra previamente sumergida, devolver territorio a la propiedad tribal, restaurar hábitats acuáticos y terrestres en beneficio de los peces y la vida silvestre, mejorar los flujos de agua, y aumentar las poblaciones de salmón.
Los salmones han regresado a una vasta extensión de más de 640 kilómetros del río reabierto cerca de la frontera entre California y Oregón, según informó la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos de América. Múltiples conservacionistas han observado a salmones chinook migrando hacia un hábitat anteriormente inaccesible por encima del sitio de una de las cuatro represas demolidas, según informes de prensa. En un período de 40 años, la población de salmón en el río Klamath podría aumentar en un promedio de alrededor del 81%, según el gobierno federal de los Estados Unidos de América.
La eliminación de las presas de Klamath es parte de un movimiento mundial para restaurar la salud de los ríos y mejorar la resiliencia climática. Varios países, por ejemplo, se comprometieron el año pasado a revivir 300.000 kilómetros de ríos degradados en el marco del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas. Una extensión fluvial suficiente para dar la vuelta a la Tierra siete veces.
«Si pudimos lograrlo en el [río] Klamath, podemos hacerlo en todo el mundo —aseguró Amy Cordalis—. Mi visión es que el agua correrá limpia y abundante, y que habrá peces grandes, sanos y brillantes en el río».