Gabriel Paun no se explica cómo ha sobrevivido tanto tiempo.
Este activista ambiental rumano de 47 años ha sido agredido, perseguido, amenazado y hasta arrojado en la carretera. Tras años de catalogar las talas ilegales en los bosques nacionales de Rumanía, dice tener una recompensa por su cabeza.
«No estoy molesto, ni enfadado, ni preocupado. No tengo nada de qué quejarme», aseguró el señor Paun con una sonrisa irónica. «No puedo explicar por qué he sobrevivido tantas veces. Pero soy feliz porque puedo seguir con mi trabajo».
Gabriel Paun describe con inquietante naturalidad sus enfrentamientos durante décadas con lo que él llama la «mafia forestal», un grupo de leñadores sin escrúpulos que, según los observadores, están causando estragos en algunos de los últimos vestigios de los bosques antiguos de Europa.
«Lucho no solo por los árboles, sino por todo el ecosistema forestal, incluidas los miles de especies que viven bajo y sobre el suelo», precisó el señor Paun al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). «Los bosques primarios y antiguos son de suma importancia. Tengo todos los motivos para dedicarles mi vida y mi vocación».
Por sus esfuerzos en defensa del medio ambiente pese al grave peligro que corre, Gabriel Paun ha sido laureado como Campeón de la Tierra 2024 en en la categoría de Inspiración y Acción. Campeones de la Tierra es el máximo galardón de las Naciones Unidas en materia de medio ambiente. El señor Paun es una de las seis personas laureadas en la cohorte de 2024.
«Mientras los ecosistemas de todo el mundo son degradados y destruidos, los defensores del medio ambiente se mantienen firmes como aliados auténticos de la naturaleza. Sin embargo, siguen soportando ataques físicos, campañas de desprestigio y otras adversidades», afirmó Inger Andersen, Directora Ejecutiva del PNUMA. «Las valientes e impactantes acciones de Gabriel Paun lo convierten en una inspiración para activistas y defensores de todo el mundo que tratan de proteger los bosques y los ecosistemas de la destrucción», agregó.
Caída de árboles
Rumanía alberga dos tercios de los últimos bosques antiguos de Europa, según datos de la Unión Europea. Estos bosques se encuentran principalmente a lo largo de los Cárpatos. Proporcionan servicios ecosistémicos esenciales, regulación del clima y control de inundaciones, a millones de personas. También albergan algunas de las mayores poblaciones de grandes carnívoros de Europa, como linces, osos pardos y lobos.
Sin embargo, los bosques del país llevan décadas asediados. En 2019, el Ministerio de Medio Ambiente, Agua y Bosques de Rumanía, dijo que más de la mitad de toda la tala en Rumanía no estaba autorizada. La Unión Europea denuncia que esta práctica alimenta la deforestación.
En 2009, Gabriel Paun fundó la organización no gubernamental Agent Green para denunciar los delitos contra el medio ambiente en Rumanía. A pesar de contar con un presupuesto limitado y un equipo reducido, Agent Green afirma haber ayudado a salvar decenas de miles de hectáreas de bosques primarios y antiguos. En diciembre de 2023, informó de que había ganado un pleito de años contra la tala de árboles en el Parque Nacional Domogled-Valea Cernei, protegiendo así más de 29.000 hectáreas de bosques.
«[La parte de] El nombre 'Agent' habla por sí solo: representamos las investigaciones», explicó el señor Paun. «Pero también trabajamos con científicos para documentar determinados bosques y demostrar a las autoridades (o a los propietarios, si se trata de un bosque privado) que es un bosque precioso y que merece la pena conservarlo».
Gabriel Paun precisa que su organización se dedica a trabajar sin violencia. Pero sus oponentes no siempre están en la misma página.
Daños en la integridad física
Un frío día de invierno de 2014, el señor Paun siguió la pista de un camión cargado de madera que salía del parque nacional más antiguo de Rumanía, el Retezat. A escondidas, siguió al camión hasta que llegó a un aserradero. Cámara en mano, se acercó a la entrada de la fábrica para documentar el delito.
En respuesta, un guardia de seguridad le roció con gas pimienta.
En otro incidente en el parque Retezat en 2015, Gabriel Paun aseguró haber sido agredido y haber sufrido heridas graves en las costillas, la cabeza y la mano. Las imágenes del incidente han recibido casi 150.000 visitas.
En una sesión informativa del Parlamento Europeo en 2023 se expresó «especial preocupación» después de que las investigaciones revelaran que «están aumentando los casos de violencia y asesinato contra denunciantes y silvicultores» en el país.
A nivel mundial, más de 1.700 defensores del medio ambiente de 61 países fueron asesinados entre 2012 y 2021, según un informe del PNUMA.
«Los defensores del medio ambiente están aislados de manera atroz. Nuestros adversarios están más o menos contentos de que seamos muy pocos, y eso nos hace muy vulnerables», sostuvo el señor Paun.
A los tribunales
Agent Green manifestó haber presentado «cientos» de demandas para impedir la tala ilegal. El grupo ha denunciado algunos de sus casos ante instituciones europeas en un proceso que Gabriel Paun califica como una «historia interminable».
Sin embargo, el señor Paun no pierde el optimismo y confía firmemente en que la justicia ambiental triunfará. Su labor se ha extendido más allá de Rumanía, ya que ha participado en cumbres internacionales y reuniones con agencias de desarrollo.
Su último proyecto es la creación de un parque de la paz compartido en los Cárpatos, una de las pocas zonas auténticamente silvestres de Europa en la frontera entre Ucrania y Rumanía.
«Para la vida salvaje y todas las demás especies, no hay fronteras. La única frontera existe en nuestras propias mentes», explicó Gabriel Paun. «Nuestra visión es también que la gente viva sin fronteras. Así que es un proyecto muy simbólico. Y creo que es diplomacia ecológica en estado puro».
Por último, Gabriel Paun dice que su inspiración procede de la belleza de la naturaleza.
«Todas las amenazas que he sufrido significan poco o nada para mí —confiesa—. Tengo que seguir adelante porque no puedo desaprender lo que aprendí. Y aprendí que el planeta está sufriendo y necesita curación. Si me detuviera, me moriría de pena moral. Y para mí, la muerte moral es la más dolorosa de todas».