El sedal puede atrapar, ahogar o herir a animales marinos y a humanos. Las aves marinas y las tortugas marinas, una especie amenazada, son ejemplos de animales que a menudo resultan heridos o mueren a causa de un sedal abandonado. Tomar precauciones cuando lo lanzas y cuando desenganchas el sedal, ayudará a evitar que los animales marinos sufran daños.
Los arrecifes de coral tienen tanta vida y color como cualquier gran ciudad y son auténticos centros neurálgicos de actividad biológica en el océano. Aunque solamente cubren el 0,1 % de la superficie del océano, sirven de hogar para el veinticinco por ciento de toda la fauna marina y, en tierra firme, nos proveen de comida, medicamentos que salvan vidas, ocio, sustento y protección contra las tormentas. Se trata de uno de los ecosistemas más productivos y con mayor biodiversidad del planeta.
Sin embargo, en gran parte del mundo ya hemos perdido el 50 % de la cubierta de coral. Se prevé que esta pérdida alcance el 90 % con incluso un aumento de 1,5 grados Celsius de calentamiento global. Esto podría provocar el fin de todo un ecosistema que nos garantiza el bienestar a los humanos de forma silenciosa.
Dado que ya hemos perdido demasiado coral y se espera que se pierda mucho más, puede parecer que la vida bajo el agua y en la tierra está perdida. ¡Pero los científicos y las comunidades que trabajan en los arrecifes nos están demostrando que este no es el caso! Hay esperanza para la restauración del coral, lo que podría conllevar recuperar los beneficios fundamentales que los arrecifes de coral brindan a la vida de nuestro planeta.
Hablaremos más acerca de la recuperación en un momento. ¡Por ahora estamos listos para comenzar!
Nunca es tarde para empezar a practicar la recogida de basuras, el anclaje correcto y otras prácticas de navegación responsable que protegen el océano y los muchos beneficios que nos aporta. Y no olvides que lo que haces en tu embarcación deportiva también es aplicable a embarcaciones más grandes y a los cruceros. Si vas a hacer un crucero, haz el esfuerzo de encontrar una compañía que tenga en cuenta el impacto medioambiental de su actividad: que reduzca los plásticos de un solo uso, que busque la eficiencia energética y que elimine los residuos de forma responsable. A lo mejor te sorprenderá, pero muchos barcos simplemente arrojan al mar los residuos para ahorrarse el coste de eliminarlos correctamente.
Obtenga más información sobre la Década de la Restauración y su vínculo con los océanos.
¿Por qué preocuparse en mantener saludable el océano?
Los ecosistemas costeros tales como las salinas, los arrecifes de coral, las praderas marinas y los manglares poseen grandes beneficios: reducen el impacto de eventos temporales graves con la mitigación de las inundaciones y la reducción de la altura de las olas. También ayudan a regular nuestro tiempo y clima y nos brindan alimentos y medicinas. Sumado a sus beneficios espirituales, culturales y recreativos.
Las prácticas insostenibles pueden amenazar estos beneficios, lo que es el motivo por el que la protección de los ecosistemas marinos es tan importante. Pero debido a que ya hemos perdido demasiado de esos hábitats preciosos con las acciones que ya hemos aprendido entre otros, proteger lo que queda no es suficiente para asegurar los beneficios económicos, medioambientales, de salud y sociales en los que confiamos.
Para lograr esto, debemos dedicarnos a restaurar los ecosistemas marinos a su antigua gloria.
Restaurar las praderas marinas, los bosques de manglar y los arrecifes de coral se verá distinto en cada lugar, pero aquí hay algunas maneras de cómo las comunidades ya lo están haciendo:
· Cultivar plantones de pasto marino en un laboratorio y transportarlos a las praderas marinas
· Cultivar corales en viveros terrestres y marinos e instalarlos en un hábitat adecuado
· Cultivar plantones de manglar en un invernadero y plantarlos en el borde del océano
Más allá de simplemente plantar nuevas praderas, corales y manglares, la restauración busca construir un ecosistema con resiliencia a amenazas como el cambio climático, de modo que los ecosistemas restaurados puedan prosperar por un largo tiempo.
La protección que proporciona como un navegante responsable es la clave para lograr que estos esfuerzos de restauración perduren.
Ahora que ya sabes cómo los navegantes responsables pueden ayudar a proteger los ecosistemas marinos, ¿qué te parecería empezar el viaje con un personaje diferente?
Dos tercios de nuestros océanos han recibido el impacto negativo de la actividad humana, la mayoría de la cual de origen terrestre, como la contaminación, las emisiones de carbono y el desarrollo de infraestructuras. En el océano, la sobrepesca es la mayor amenaza; sin embargo, incluso acciones en apariencia insignificantes como tirar plásticos, utilizar productos químicos nocivos o modificar el comportamiento de los animales pueden tener un gran impacto en la salud y el funcionamiento de los ecosistemas del océano.
Proteger los corales, las praderas marinas y los manglares también implica proteger las miles de especies que dependen de ellos. Y al mismo tiempo, ayuda a proteger nuestro suministro de alimentos, nuestra cultura, nuestro ocio y nuestro sustento en tierra.
Obtenga más información sobre la Década de la Restauración y su vínculo con los océanos.
Pero la protección en sí no es suficiente.
Debido a que ya se perdió tanta pradera marina, cubierta de manglar y de coral, la clave para mantener los beneficios que obtenemos de estos ecosistemas es la restauración.
Restaurar las praderas marinas, los bosques de manglar y los arrecifes de coral se verá distinto en cada lugar, pero aquí hay algunas maneras de cómo las comunidades ya lo están haciendo:
· Cultivar plantones de pasto marino en un laboratorio y transportarlos a las praderas marinas
· Cultivar corales en viveros terrestres y marinos e instalarlos en un hábitat adecuado
· Cultivar plantones de manglar en un invernadero y plantarlos en el borde del océano
Más allá de simplemente plantar nuevas praderas, corales y manglares, la restauración busca construir un ecosistema con resiliencia a amenazas como el cambio climático, de modo que los ecosistemas restaurados puedan prosperar por un largo tiempo.
¡Y tus esfuerzos por proteger los ecosistemas marinos como turista es un gran paso a esa resiliencia!
Ahora que lo sabes, puedes mantener saludables los ecosistemas marinos cuando viaje, ¿qué tal si probamos suerte como un personaje distinto?
Los arrecifes de coral tienen tanta vida y color como cualquier gran ciudad y son auténticos centros neurálgicos de actividad biológica en el océano. Aunque solamente cubren el 0,1 % de la superficie del océano, sirven de hogar para el veinticinco por ciento de toda la fauna marina y, en tierra firme, nos proveen de comida, medicamentos que salvan vidas, ocio, sustento y protección contra las tormentas. Se trata de uno de los ecosistemas más productivos y con mayor biodiversidad del planeta.
Sin embargo, en gran parte del mundo ya hemos perdido el 50 % de la cubierta de coral. Se prevé que esta pérdida alcance el 90 % con incluso un aumento de 1,5 grados Celsius de calentamiento global. Esto podría provocar el fin de todo un ecosistema que nos garantiza el bienestar a los humanos de forma silenciosa.
Dado que ya hemos perdido demasiado coral y se espera que se pierda mucho más, puede parecer que la vida bajo el agua y en la tierra está perdida. ¡Pero los científicos y las comunidades que trabajan en los arrecifes nos están demostrando que este no es el caso! Hay esperanza para la restauración del coral, lo que podría conllevar recuperar los beneficios fundamentales que los arrecifes de coral brindan a la vida de nuestro planeta.
Hablaremos más acerca de la recuperación en un momento. ¡Por ahora estamos listos para comenzar!
Las anclas pueden ser una amenaza para los lechos de plantas marinas si no se arrojan adecuadamente. Lo más adecuado es buscar siempre una zona de arena despejada en la que no haya vegetación ni coral para evitar cualquier daño a la vida marina.
El plástico y otros residuos pueden acabar con las plantas marinas y asfixiar, herir o envenenar a los animales del mar. Puedes recogerlo del océano o la playa con seguridad utilizando guantes o una herramienta para agarrar, y guardar el residuo en tu embarcación hasta que puedas reciclarlo o eliminarlo debidamente. Por norma, planifica con antelación y evita utilizar plásticos de un solo uso. Predica con el ejemplo ante otros turistas demostrando cómo lo haces y cuáles son las opciones que existen. Los plásticos que pasan por tus manos muy pocas veces se acaban reciclando. Si quieres saber más cosas sobre los efectos del plástico, puedes visitar el sitio web Clean Seas.
Los mangles, que custodian las costas tropicales como guardianes, protegen la vida en la tierra de los impactos nocivos de las tormentas y las olas, que cada vez son mayores por el calentamiento de los mares como consecuencia del cambio climático.
También son hábitats fundamentales para muchas especies marinas e incluso pueden llegar a crear sus propias islas. Son importantes para la seguridad alimentaria, ya que proporcionan el hábitat para la cría de muchas especies de pescado comercial. También son importantes para mitigar el cambio climático porque son sumideros de carbono extremadamente eficientes.
Pero se encuentran en grave peligro por la urbanización del litoral, la acuicultura, la contaminación y otras acciones humanas. Los manglares están desapareciendo a una velocidad entre 3 y 5 veces superior a otros bosques y ya hemos perdido más de una cuarta parte de la superficie de manglares original.
La buena noticia es que las comunidades entienden cada vez más la manera de restaurar los ecosistemas manglares degradados para proteger todos estos beneficios incomparables. Aprenderemos más acerca de esto más adelante.
Por ahora, ¡veamos lo que podemos encontrar en los manglares!
Al proteger los manglares, las praderas marinas y los arrecifes, nos estamos protegiendo activamente también a nosotros mismos; cerca de tres mil millones de personas dependen de los alimentos marinos para obtener proteínas.
La pesca cada vez tiene un papel más importante en la seguridad alimentaria, el sustento de las personas y la economía global, pero aun así, las poblaciones de peces están disminuyendo rápidamente. Los peces proporcionan cerca del 20 % de toda la proteína animal en el mundo y casi 60 millones de personas trabajaban en el sector de la pesca y la acuicultura en 2012. La huella de la pesca industrial es 4 veces mayor que la de la agricultura y cubre al menos el 55 % de las superficies de los océanos. Tres cuartas partes de las principales poblaciones de peces marinos están completamente explotadas o sobreexplotadas o mermadas.
Obtenga más información sobre la Década de la Restauración y su vínculo con los océanos.
Las medidas de protección que acabas de aprender son vitales para proteger los ecosistemas marinos que todavía tenemos.
Pero, ¿qué sucede con aquellos que ya sea han perdido o dañado?
Afortunadamente, todavía hay mucho que podemos hacer para restaurar esos ecosistemas.
Restaurar las praderas marinas, los bosques de manglar y los arrecifes de coral se verá distinto en cada lugar, pero aquí hay algunas maneras de cómo las comunidades ya lo están haciendo:
· Cultivar plantones de pasto marino en un laboratorio y transportarlos a las praderas marinas
· Cultivar corales en viveros terrestres y marinos e instalarlos en un hábitat adecuado
· Cultivar plantones de manglar en un invernadero y plantarlos en el borde del océano
Más allá de simplemente plantar nuevas praderas, corales y manglares, la restauración busca construir un ecosistema con resiliencia a amenazas como el cambio climático, de modo que los ecosistemas restaurados puedan prosperar por un largo tiempo.
¡Dichos esfuerzos dependen de tu contribución como pescador para que valgan la pena!
Aunque no podamos ver todo lo que ocurre bajo la superficie del océano, no cabe ninguna duda de que nuestra presencia tiene consecuencias. Y no olvides que lo que haces en tu embarcación deportiva también es aplicable a embarcaciones más grandes y a los cruceros. Si vas a hacer un crucero, haz el esfuerzo de encontrar una compañía que tenga en cuenta el impacto medioambiental de su actividad: que reduzca los plásticos de un solo uso, que busque la eficiencia energética y que elimine los residuos de forma responsable. A lo mejor te sorprenderá, pero muchos barcos simplemente arrojan al mar los residuos para ahorrarse el coste de eliminarlos correctamente.
Obtenga más información sobre la Década de la Restauración y su vínculo con los océanos.
¿Por qué preocuparse en mantener saludable el océano?
Los ecosistemas costeros tales como las salinas, los arrecifes de coral, las praderas marinas y los manglares poseen grandes beneficios: reducen el impacto de eventos temporales graves con la mitigación de las inundaciones y la reducción de la altura de las olas. También ayudan a regular nuestro tiempo y clima y nos brindan alimentos y medicinas. Sumado a sus beneficios espirituales, culturales y recreativos.
Las prácticas insostenibles pueden amenazar estos beneficios, lo que es el motivo por el que la protección de los ecosistemas marinos es tan importante. Pero debido a que ya hemos perdido demasiado de esos hábitats preciosos con las acciones que ya hemos aprendido entre otros, proteger lo que queda no es suficiente para asegurar los beneficios económicos, medioambientales, de salud y sociales en los que confiamos.
Para lograr esto, debemos dedicarnos a restaurar los ecosistemas marinos a su antigua gloria.
Restaurar las praderas marinas, los bosques de manglar y los arrecifes de coral se verá distinto en cada lugar, pero aquí hay algunas maneras de cómo las comunidades ya lo están haciendo:
· Cultivar plantones de pasto marino en un laboratorio y transportarlos a las praderas marinas
· Cultivar corales en viveros terrestres y marinos e instalarlos en un hábitat adecuado
· Cultivar plantones de manglar en un invernadero y plantarlos en el borde del océano
Más allá de simplemente plantar nuevas praderas, corales y manglares, la restauración busca construir un ecosistema con resiliencia a amenazas como el cambio climático, de modo que los ecosistemas restaurados puedan prosperar por un largo tiempo.
La protección que proporciona como un navegante responsable es la clave para lograr que estos esfuerzos de restauración perduren.
Ahora que ya sabes cómo los navegantes responsables pueden ayudar a proteger los ecosistemas marinos, ¿qué te parecería empezar el viaje con un personaje diferente?
La acrópora, como todo el coral, proporciona comida y refugio para muchas especies. Fragmentarla puede matar el árbol entero y como también están legalmente protegidas, podrías meterte en problemas. Como recuerdo para llevarte a casa puedes optar por la artesanía local, música, arte o ropa. Si compras productos procedentes del mar, pregunta en la tienda si son legales y sostenibles. A menudo no lo saben, por lo que es preferible evitarlos. Aprende más cosas sobre la fascinante vida de los corales a través de la campaña Glowing Gone para que puedas defender mejor su futuro.
Las limitaciones de capturas se utilizan para evitar la sobrepesca y ayudar a garantizar que hay suficientes peces para aquellos que dependen de ellos para ganarse la vida y para comer. Si respetas estas normas, estarás contribuyendo a la sostenibilidad a largo plazo de las poblaciones de peces.
Navegar en aguas poco profundas puede provocar que las hélices de tu embarcación toquen el suelo, lo que podría dañar los lechos de plantas marinas y a las muchas especies que los habitan. Lo más adecuado es evitar aguas inexploradas y buscar las boyas de canal que indican que las aguas son profundas. La mayor amenaza para los manatíes y los dugongs, dos especies amenazadas que habitan en las praderas marinas, son las colisiones con embarcaciones. Tan solo en 2019, se estima que 531 manatíes murieron al ser embestidos por embarcaciones en el estado de Florida en los EE. UU.
Aunque solamente cubren el 0,1 por ciento del fondo marino, estas praderas son sumideros de carbono muy eficientes, ya que almacenan hasta el 18 por ciento del carbono oceánico del mundo.
Sin embargo, cada vez se encuentran más amenazadas por la expansión urbana, industrial y agrícola, la urbanización de zonas costeras, el dragado, las actividades pesqueras no reguladas y el cambio climático. Ya hemos perdido el 29 por ciento de la superficie de praderas marinas conocida.
Afortunadamente, los proyectos de restauración de praderas marinas en todo el mundo demuestran que puede haber esperanza para estos ecosistemas en estado crítico. Aprenderemos más sobre la restauración de las praderas marinas a continuación—por ahora, ¡echemos un vistazo al paisaje!
Al proteger los manglares, las praderas marinas y los arrecifes, nos estamos protegiendo activamente también a nosotros mismos; cerca de tres mil millones de personas dependen de los alimentos marinos para obtener proteínas.
La pesca cada vez tiene un papel más importante en la seguridad alimentaria, el sustento de las personas y la economía global, pero aun así, las poblaciones de peces están disminuyendo rápidamente. Los peces proporcionan cerca del 20 % de toda la proteína animal en el mundo y casi 60 millones de personas trabajaban en el sector de la pesca y la acuicultura en 2012. La huella de la pesca industrial es 4 veces mayor que la de la agricultura y cubre al menos el 55 % de las superficies de los océanos. Tres cuartas partes de las principales poblaciones de peces marinos están completamente explotadas o sobreexplotadas o mermadas.
Obtenga más información sobre la Década de la Restauración y su vínculo con los océanos.
Las medidas de protección que acabas de aprender son vitales para proteger los ecosistemas marinos que todavía tenemos.
Pero, ¿qué sucede con aquellos que ya sea han perdido o dañado?
Afortunadamente, todavía hay mucho que podemos hacer para restaurar esos ecosistemas.
Restaurar las praderas marinas, los bosques de manglar y los arrecifes de coral se verá distinto en cada lugar, pero aquí hay algunas maneras de cómo las comunidades ya lo están haciendo:
· Cultivar plantones de pasto marino en un laboratorio y transportarlos a las praderas marinas
· Cultivar corales en viveros terrestres y marinos e instalarlos en un hábitat adecuado
· Cultivar plantones de manglar en un invernadero y plantarlos en el borde del océano
Más allá de simplemente plantar nuevas praderas, corales y manglares, la restauración busca construir un ecosistema con resiliencia a amenazas como el cambio climático, de modo que los ecosistemas restaurados puedan prosperar por un largo tiempo.
¡Dichos esfuerzos dependen de tu contribución como pescador para que valgan la pena!
Las aguas residuales pueden contener grandes cantidades de bacterias, hongos, parásitos y virus que pueden matar a las especies autóctonas y provocar enfermedades en los humanos. Para garantizar tu propia seguridad, lo más adecuado es bombear las aguas residuales una vez en tierra.
Puede que los corales parezcan unas rocas extrañas, ¡pero en realidad están hechas de criaturas vivas llamadas pólipos! Pisarlos o tocarlos puede dañar o matar estos pólipos y destruir un arrecife entero. Utiliza un dispositivo de flotación si lo necesitas o pisa en el fondo de arena fuera de un arrecife. Busca operadores de deportes acuáticos como Green Fins que hagan hincapié en cuidar los ecosistemas de los que obtienen beneficio. Toma la iniciativa y pídele al guía que le explique al grupo los principios de la flotabilidad y las consecuencias de un mal uso de las aletas.
Tu forma de pescar puede dañar de manera permanente los ecosistemas marinos y reducir su productividad para futuras capturas. La pesca de arrastre (arrastrar una red por el fondo), envenenar a los peces y utilizar dinamita son algunos ejemplos de prácticas pesqueras destructivas. Utilizar anzuelo y sedal, un esparavel o un arpón respeta la vida marina.
Aunque solamente cubren el 0,1 por ciento del fondo marino, estas praderas son sumideros de carbono muy eficientes, ya que almacenan hasta el 18 por ciento del carbono oceánico del mundo.
Sin embargo, cada vez se encuentran más amenazadas por la expansión urbana, industrial y agrícola, la urbanización de zonas costeras, el dragado, las actividades pesqueras no reguladas y el cambio climático. Ya hemos perdido el 29 por ciento de la superficie de praderas marinas conocida.
Afortunadamente, los proyectos de restauración de praderas marinas en todo el mundo demuestran que puede haber esperanza para estos ecosistemas en estado crítico. Aprenderemos más sobre la restauración de las praderas marinas a continuación—por ahora, ¡echemos un vistazo al paisaje!
Incluso un trocito muy pequeño de comida o comida que consideremos «natural», puede alterar los procesos alimentarios de los animales marinos. También aprenden a relacionar a las personas con la comida, lo que puede afectar a sus instintos contra el peligro, lo que les hace más vulnerables a las redes, los sedales y los depredadores.
Los peces inmaduros que todavía no se han reproducido son importantes para mantener la población de las especies. Puedes retirar el anzuelo con cuidado y devolver el pez rápidamente para garantizar una liberación segura y una larga vida.
También son hábitats fundamentales para muchas especies marinas e incluso pueden llegar a crear sus propias islas. Son importantes para la seguridad alimentaria, ya que proporcionan el hábitat para la cría de muchas especies de pescado comercial. También son importantes para mitigar el cambio climático porque son sumideros de carbono extremadamente eficientes.
Pero se encuentran gravemente amenazados por la urbanización del litoral, la acuicultura, la contaminación y otras acciones humanas. Los manglares están desapareciendo a una velocidad entre 3 y 5 veces superior a otros bosques y ya hemos perdido más de una cuarta parte de la superficie de manglares original.
La buena noticia es que las comunidades entienden cada vez más la manera de restaurar los ecosistemas manglares degradados para proteger todos estos beneficios incomparables. Aprenderemos más acerca de esto más adelante.
Por ahora, ¡veamos lo que podemos encontrar en los manglares!
Los protectores solares químicos que utilizan ingredientes como la avobenzona y la oxibenzona son tóxicos para los arrecifes de coral. Busca un protector solar mineral con óxido de zinc para que no sufra tu piel, pero tampoco sufra el arrecife. Haz el esfuerzo de buscar empresas y productos que tengan en cuenta de forma explícita su impacto medioambiental, ¾desde los ingredientes que utilizan a su embalaje y eliminación.
Esparcidas por el fondo marino como si se tratara de jardines secretos del mar, las praderas marinas cuidan de las criaturas marinas jóvenes y vulnerables hasta que son lo bastante fuertes para dar el gran salto a los arrecifes y otros ecosistemas marinos. Son fundamentales para la seguridad alimentaria y el 20 % de las principales industrias pesqueras del mundo dependen del buen estado de las praderas marinas.
Aunque solamente cubren el 0,1 por ciento del fondo marino, estas praderas son sumideros de carbono muy eficientes, ya que almacenan hasta el 18 por ciento del carbono oceánico del mundo.
Sin embargo, cada vez se encuentran más amenazadas por la expansión urbana, industrial y agrícola, la urbanización de zonas costeras, el dragado, las actividades pesqueras no reguladas y el cambio climático. Ya hemos perdido el 29 por ciento de la superficie de praderas marinas conocida.
Afortunadamente, los proyectos de restauración de praderas marinas en todo el mundo demuestran que puede haber esperanza para estos ecosistemas en estado crítico. Aprenderemos más sobre la restauración de las praderas marinas a continuación—por ahora, ¡echemos un vistazo al paisaje!
Observar la fauna de demasiado cerca puede afectar a la alimentación, el apareamiento y a otros comportamientos. Los tiburones ballena son un ejemplo de especie amenazada, por lo que tocarles o molestarles puede acarrear consecuencias legales. Lo más adecuado es disfrutar de la fauna desde la distancia y dejarles que desempeñen su papel en el arrecife. En el caso de los tiburones ballena, mantener controladas las poblaciones de krill y plancton para que los arrecifes gocen de buena salud. Lleva unos buenos prismáticos y da ejemplo a otros navegantes.
También son hábitats fundamentales para muchas especies marinas e incluso pueden llegar a crear sus propias islas. Son importantes para la seguridad alimentaria, ya que proporcionan el hábitat para la cría de muchas especies de peces con valor comercial. También son importantes para mitigar el cambio climático porque son sumideros de carbono extremadamente eficientes.
Pero se encuentran gravemente amenazados por la urbanización del litoral, la acuicultura, la contaminación y otras acciones humanas. Los manglares están desapareciendo a una velocidad entre 3 y 5 veces superior a otros bosques y ya hemos perdido más de una cuarta parte de la superficie de manglares original.
La buena noticia es que las comunidades entienden cada vez más la manera de restaurar los ecosistemas manglares degradados para proteger todos estos beneficios incomparables. Aprenderemos más acerca de esto más adelante.
Por ahora, ¡veamos lo que podemos encontrar en los manglares!
Dos tercios de nuestros océanos han recibido el impacto negativo de la actividad humana, la mayoría de la cual es de origen terrestre, como la contaminación, las emisiones de carbono y el desarrollo de infraestructuras. En el océano, la sobrepesca es la mayor amenaza; sin embargo, incluso acciones en apariencia insignificantes como tirar plásticos, utilizar productos químicos nocivos o modificar el comportamiento de los animales pueden tener un gran impacto en la salud y el funcionamiento de los ecosistemas del océano.
Proteger los corales, las praderas marinas y los manglares también implica proteger las miles de especies que dependen de ellos. Y al mismo tiempo, ayuda a proteger nuestro suministro de alimentos, nuestra cultura, nuestro ocio y nuestro sustento en tierra.
Obtenga más información sobre la Década de la Restauración y su vínculo con los océanos.
Pero la protección en sí no es suficiente.
Debido a que ya se perdió tanta pradera marina, cubierta de manglar y de coral, la clave para mantener los beneficios que obtenemos de estos ecosistemas es la restauración.
Restaurar las praderas marinas, los bosques de manglar y los arrecifes de coral se verá distinto en cada lugar, pero aquí hay algunas maneras de cómo las comunidades ya lo están haciendo:
· Cultivar plantones de pasto marino en un laboratorio y transportarlos a las praderas marinas
· Cultivar corales en viveros terrestres y marinos e instalarlos en un hábitat adecuado
· Cultivar plantones de manglar en un invernadero y plantarlos en el borde del océano
Más allá de simplemente plantar nuevas praderas, corales y manglares, la restauración busca construir un ecosistema con resiliencia a amenazas como el cambio climático, de modo que los ecosistemas restaurados puedan prosperar por un largo tiempo.
¡Y tus esfuerzos por proteger los ecosistemas marinos como turista es un gran paso a esa resiliencia!
Ahora que lo sabes, puedes mantener saludables los ecosistemas marinos cuando viaje, ¿qué tal si probamos suerte como un personaje distinto?
Las anclas dañan o matan los arrecifes de coral. Muchos arrecifes de coral tienen boyas cerca en las que puedes amarrar la embarcación sin tener que anclar. Si no hay ninguna boya disponible, puedes arrojar el ancla a una distancia segura del arrecife. Asegúrate de que no esté prohibido pescar en el arrecife antes de echar el ancla. ¡Y no te olvides de transmitir estos conocimientos!
Dejar cualquier tipo de residuo en el océano es peligroso para ecosistemas enteros, para especies concretas y para los humanos. Llévate toda la basura a tierra, donde podrás reciclarla o eliminarla correctamente. Por norma, planifica con antelación y evita utilizar plásticos de un solo uso. Predica con el ejemplo ante otros turistas demostrando cómo lo haces y cuáles son las opciones que existen. Los plásticos que pasan por tus manos muy pocas veces se acaban reciclando.
Sin embargo, en gran parte del mundo ya hemos perdido el 50 % de la cubierta de coral. Se prevé que esta pérdida alcance el 90 % con incluso un aumento de 1,5 grados Celsius de calentamiento global. Esto podría provocar el fin de todo un ecosistema que nos garantiza el bienestar a los humanos de forma silenciosa.
Dado que ya hemos perdido demasiado coral y se espera que se pierda mucho más, puede parecer que la vida bajo el agua y en la tierra está perdida. ¡Pero los científicos y las comunidades que trabajan en los arrecifes nos están demostrando que este no es el caso! Hay esperanza para la restauración del coral, lo que podría conllevar recuperar los beneficios fundamentales que los arrecifes de coral brindan a la vida de nuestro planeta.
Hablaremos más acerca de la recuperación en un momento. ¡Por ahora estamos listos para comenzar!