Si bien a menudo lo llaman “la tierra de los ojos azules” por sus más de 20.000 ríos, Belarús es tan azul como verde, con casi un tercio de su paisaje cubierto de grandes extensiones de bosques prístinos.
Proteger estos recursos naturales y a sus 9,5 millones de habitantes de la amenaza de los productos químicos peligrosos es, desde hace mucho, una de las principales prioridades del Gobierno de Belarús. El país es Parte en los Convenios de Basilea y Estocolmo, dos instrumentos de protección de las Naciones Unidas que tratan aspectos fundamentales de la gestión de los productos químicos y los desechos, y pronto ratificará otro instrumento al respecto, el Convenio de Rotterdam. Belarús está poniendo en marcha un proyecto de 27 meses, con el apoyo del Programa de Gestión de los Productos Químicos y los Desechos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), a fin de adherirse al Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (SGA). El SGA es una norma acordada internacionalmente y gestionada por las Naciones Unidas que fue concebida para sustituir los métodos diversos de clasificación y etiquetado de materiales peligrosos utilizados en todo el mundo.
Impulso a una transformación urgente
Es urgente que Belarús aplique el SGA. En la actualidad, el país cuenta con muchas clasificaciones diferentes de sustancias químicas, lo que supone que algunos materiales peligrosos estén mal etiquetados. Dado que Belarús es productor, importador y exportador de productos químicos peligrosos, el retraso en la adopción del SGA representa un peligro tanto para Belarús como para otros países.
Esta iniciativa estará dirigida por un Consejo de Coordinación de Proyectos, entre cuyos miembros figurarán las principales autoridades gubernamentales en materia de gestión de productos químicos e interesados de los ámbitos de la agricultura, el transporte, el comercio y otros sectores que intervienen en la producción, importación y exportación de productos químicos.
El primer objetivo del Consejo es elaborar un perfil nacional sobre las capacidades y prácticas de Belarús en materia de clasificación y etiquetado de productos químicos. El Consejo recogerá datos e información de referencia sobre el sistema nacional vigente de clasificación de productos químicos, las capacidades de los principales laboratorios para determinar las propiedades peligrosas de los productos y las capacidades de los responsables de clasificar y transmitir información sobre los productos químicos.
Además de arrojar luz sobre las lagunas que existen en la clasificación y el etiquetado de los productos químicos en Belarús, el perfil nacional también se aprovechará en el desarrollo de la estrategia nacional para aplicar el SGA. Exhaustiva y holística, la estrategia detallará las medidas que deben adoptar el Gobierno, las empresas comerciales e industriales y las organizaciones no gubernamentales.
Fortalecimiento de las capacidades de los interesados
Como parte del proyecto, el Consejo también trabajará para fortalecer las capacidades de todos los interesados responsables de garantizar la aplicación sostenible del SGA. Para ello, se elaborarán e impartirán tres módulos de capacitación con información sobre la clasificación y el etiquetado de productos químicos de conformidad con las recomendaciones del SGA.
Otro objetivo fundamental del proyecto es sensibilizar al público sobre la gestión de los productos químicos. Para emprender su labor de concienciación, el Consejo trabajará en primer lugar con las mujeres, ya que se ven afectadas de forma desproporcionada por los productos químicos y los desechos,
a menudo debido a los roles ocupacionales determinados por el género. Las mujeres recibirán material de sensibilización a través de exposiciones y foros anuales.
En segundo lugar, el Consejo proporcionará recursos a los estudiantes universitarios de especialidades médicas, biológicas y químicas por conducto de sus instituciones.
Una vez que se haya establecido la estrategia nacional y se hayan puesto en marcha las iniciativas de creación de capacidad y sensibilización, el Consejo dirigirá el desarrollo del acto jurídico reglamentario para la aplicación del SGA. La aprobación de la ley pondrá en valor la labor del PNUMA y servirá como otra sólida muestra del compromiso de Belarús de salvaguardar tanto la salud pública como ambiental mediante la gestión racional de los productos químicos.
Si desea más información, no dude en dirigirse a la Secretaría del Programa Especial en unepchemicalsspecialprogramme@un.org
