El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) apoya a Brasil en la creación de espacios verdes y granjas en el interior y los alrededores de las ciudades. El proceso se conoce como agricultura urbana y periurbana. Si se integra en las políticas gubernamentales, este tipo de agricultura puede ayudar a Brasil a mejorar la disponibilidad de alimentos, reforzar la resiliencia de las comunidades y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los expertos afirman que esto puede suponer un impulso muy necesario para el país, que cuenta con 27 millones de personas que luchan contra la inseguridad alimentaria.
"La agricultura urbana y periurbana puede ayudar a alimentar a los habitantes de las ciudades al tiempo que reduce las temperaturas extremas en las ciudades, previene las inundaciones y proporciona un cinturón verde para frenar la expansión urbana —afirmó Ruth Do Coutto, Jefa de la Subdivisión de Mitigación de la División de Cambio Climático del PNUMA—. Esto puede desbloquear beneficios económicos y sociales y mejorar la calidad de vida en las ciudades y sus alrededores en Brasil y más allá".
Para maximizar el potencial de la agricultura urbana y periurbana en Brasil, el PNUMA está colaborando con entidades gubernamentales, instituciones académicas y partes interesadas de la comunidad.
Integrar la agricultura urbana y periurbana en la formulación de políticas
En colaboración con el gobierno del estado de Río de Janeiro y la Universidad de Campinas, un estudio del PNUMA publicado en 2023 concluyó que las políticas para suministrar productos frescos y locales a escuelas públicas, hospitales, prisiones y otros centros pueden reducir significativamente las emisiones de carbono derivadas de la importación de alimentos. Asimismo, la integración de esta agricultura urbana y periurbana podría crear cerca de 4.000 nuevos puestos de trabajo e impulsar el producto interior bruto en 12,8 millones de dólares estadounidenses.
Además, el PNUMA colaboró con el gobierno federal en la elaboración de una guía nacional para evaluar y desarrollar agendas de agricultura urbana y periurbana a nivel municipal. La guía, que se finalizó y difundió con el respaldo del Centro de Estudios para la Sostenibilidad de la Fundación Getulio Vargas, sirve de hoja de ruta para que las ciudades de todo Brasil incorporen la agricultura urbana y periurbana a sus estrategias de planificación urbana. Asimismo, la guía sirvió de referencia para dos decretos presidenciales: el primero estableció un programa nacional de agricultura urbana y periurbana, y el segundo creó una estrategia nacional para la seguridad alimentaria y nutricional en las ciudades.
Mientras tanto, una investigación conjunta del PNUMA y el laboratorio de ideas Instituto Escolhas demostró que la conversión de tierras improductivas en granjas orgánicas en la ciudad de São Paulo podría abastecer de verduras a 13 millones de ciudadanos. Otro estudio del laboratorio sugirió que prácticas innovadoras como la agrosilvicultura y la agricultura urbana podrían mejorar los medios de subsistencia y la resiliencia ambiental en regiones de rápida urbanización.
Estos casos ejemplifican el papel del PNUMA a la hora de convocar la colaboración entre los ministerios brasileños, el mundo académico y la sociedad civil para potenciar la agricultura urbana y periurbana y sus beneficios sociales, económicos y ambientales.
Adoptar la agricultura sostenible a nivel comunitario
Ya son numerosas las comunidades de Brasil en las que personas como Agnalto Terra están demostrando el poder de la agricultura urbana y periurbana en la vida cotidiana. En un municipio del estado de Río de Janeiro, Marica, el señor Terra está transformando la producción agrícola a través del parque agroecológico de Araçatuba. Durante tres años, este dedicado técnico agrícola y ecopedagogo ha cultivado 38 huertos productivos, fomentando una vibrante comunidad en la que prosperan diversas especies hortícolas.
Su modelo de huerto urbano proporciona una fuente local de alimentos y enseña a los ciudadanos a plantar y cultivar en sus casas. Su mensaje resuena: no se trata sólo de proporcionar alimentos, sino de la resiliencia de la comunidad y de transformar incluso los espacios más pequeños en terrenos fértiles para el crecimiento.
Los expertos afirman que participar en la agricultura urbana y periurbana y defenderla, tanto a nivel comunitario como político, es importante para ayudar a las ciudades a ser más resistentes y sostenibles, a la vez que proporcionan alimentos seguros y nutritivos a sus habitantes. La misión del PNUMA de promover el desarrollo de la agricultura urbana y periurbana en las ciudades se extiende más allá de las fronteras de Brasil: incluye el trabajo en Kampala (Uganda) y Semarang (Indonesia), entre otras ciudades.
La solución intersectorial a la crisis climática
El PNUMA está a la vanguardia del apoyo al objetivo del Acuerdo de París de mantener el aumento de la temperatura mundial muy por debajo de los 2 °C, y aspirar a los 1,5 °C, en comparación con los niveles preindustriales. Para ello, el PNUMA ha desarrollado la Solución Sectorial, una hoja de ruta para reducir las emisiones en todos los sectores en consonancia con los compromisos del Acuerdo de París y en favor de la estabilidad climática. Los seis sectores identificados son: energía; industria; agricultura y alimentación; bosques y uso del suelo; transporte; y construcción y ciudades.
