- En 2030, las emisiones anuales deben ser 15 gigatoneladas de CO2 equivalente (GtCO2e) por debajo de lo que indican las contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) vigentes y no condicionadas para el objetivo de 2 °C; por su parte, esta reducción necesita llegar a 32 GtCO2e para el objetivo de 1,5 °C. (PNUMA)
- Si las emisiones de petróleo y gas metano se reducen en un 75 %, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero podrían reducirse en 6 GtCO2e[1]
- El sector de petróleo y gas es el único en el que la mayoría de las emisiones pueden reducirse de manera rentable con las tecnologías que existen hoy en día.(Coalición Clima y Aire Limpio)
- Asimismo, este sector representa la opción ejecutable a más corto plazo y de menor costo para reducir este potente gas de efecto invernadero. La industria podría reducir sus emisiones en todo el mundo en un 75% y hasta un 40% de esas reducciones pueden lograrse a un costo neto nulo. (Agencia Internacional de Energía, AIE)
- La reducción de las emisiones mundiales de metano proveniente del petróleo y el gas en un 45% lograría en los próximos 20 años unos beneficios para el clima equivalentes al cierre de 1.000 plantas de carbón.[2]
- La mitigación del metano constituye un beneficio mutuo para todos en los planos económico y ambiental. Como el gas natural se compone principalmente de metano, las emisiones de metano de la cadena de valor del petróleo y el gas representan un producto desperdiciado que se traduce en aproximadamente US$ 34 mil millones de ingresos perdidos por año, según los precios medios de entrega en 2017. (PNUMA)
1 Esta cifra se calculó utilizando un potencial de calentamiento global (PCM) de 86 para el metano. Sin embargo, no debe compararse directamente con la brecha de emisiones, donde se utilizó un PCM más bajo.
2 Estimación basada en el Inventario de Gases de Efecto Invernadero del 2013 de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA)