Comer menos carne, tomar menos vuelos u optar por energías renovables puede acelerar la transición a una economía baja en carbono. Pero, ¿por qué no hay más gente haciendo esto?, ¿cuáles son las barreras para el consumo bajo en carbono?
La ciencia del comportamiento puede ayudarnos a comprender cómo las personas procesan, responden y comparten información para identificar los factores que transforman la conciencia en acción y la acción en un cambio de comportamiento sostenido.
Aquí hay cinco formas en las que la ciencia del comportamiento puede ayudar a que nuestras elecciones diarias se conviertan en prácticas más sostenibles:
- Haga que la opción por defecto sea la mejor opción. Cambiar la opción predeterminada para la donación de órganos – de la elección negativa a la elección positiva- se tradujo en un aumento de las tasas de donación de órganos. Por ejemplo, si en los sitios de reserva de aerolíneas la compensación de emisiones de carbono fuera de exclusión voluntaria, en lugar de adopción voluntaria, se podrían transformar las tasas de compensación de emisiones de manera similar.
- Cambiar la presentación de las opciones para favorecer el comportamiento sostenible. Los comerciantes desde el principio de los tiempos han comprendido los principios de la arquitectura de elección: que el vino de precio medio se venderá mejor; que el artículo costoso se venderá más si se aumenta el precio del artículo de gama media. En un estudio de caso clásico, la revista The Economist vio un aumento en las suscripciones combinadas de revistas impresas y en sitio web (su opción más costosa), cuando introdujo una nueva estrategia de precios.
- Eliminar por completo la opción "insostenible". Los formuladores de políticas pueden aplicar prohibiciones absolutas que cambiarán el comportamiento de las personas rápidamente, y no en décadas, como lo ha demostrado la prohibición de las bolsas de plástico en Kenia. El comportamiento habitual que perpetúa la dependencia de las bolsas de plástico se ve obligado a cambiar, en favor de la alternativa sostenible. La bolsa reutilizable se convirtió en la nueva norma en cuestión de días.
- Eliminar el factor de molestia. Optar por lo correcto debe implicar dar 20 pasos menos, no 20 pasos más. Actualmente, usted solo obtiene una comida vegetariana en una aerolínea si toma los pasos adicionales para solicitarla con anticipación. Cambiemos eso y sirvamos la "pasta" o la opción "curry" (ambos vegetarianos) y dejemos a los amantes de la carne en la libertad de optar por una opción de carne en el momento de la reserva.
- Vaya por lo pequeño, hágalo personal. Los datos y las estadísticas pueden informar qué comportamientos impulsan de manera más persuasiva a un segmento de audiencia específico. Este debe ser el primer tipo de estrategia -y no el último- que considera una campaña de cambio climático. Los mensajes personalizados y específicos pueden, por ejemplo, llegar a individuos con motivaciones económicas a través de un mensaje sobre beneficios económicos, lo cual permite abordar sus barreras y motivos.
Un número creciente de gobiernos está incorporando la ciencia del comportamiento en muchos aspectos de su formulación de políticas, desde completar las declaraciones de impuestos a tiempo hasta reducir los accidentes de tráfico o promover el reciclaje y reducir los desechos plásticos.
Consumir de manera diferente, consumir de manera sostenible (una publicación de ONU Medio Ambiente respaldada por la Comisión Europea y de la autoría de la firma neoyorkina Ideas42) arroja luz sobre las oportunidades que abre la ciencia del comportamiento para fortalecer la efectividad de las políticas sobre consumo sostenible.
Las demandas humanas sobre los recursos naturales de la Tierra han superado la disponibilidad de lo que se puede producir. En menos de nueve meses consumimos más recursos de los que produce nuestro planeta en un año, y nuestra tasa de consumo continúa creciendo.
Además, el crecimiento de las economías emergentes está impulsando un aumento del consumo en todo el mundo. Un número creciente de hogares en economías en desarrollo se están uniendo a la clase consumidora. Los expertos estiman que para 2050 se agregarán entre 2.000 y 3.000 millones adicionales de consumidores de clase media.
“Lograr un consumo sostenible requerirá un gran esfuerzo global: es fundamental que empleemos todas las herramientas a nuestra disposición. Al utilizar el profundo conocimiento de la toma de decisiones que ofrece la ciencia del comportamiento, los responsables de la formulación de políticas pueden diseñar políticas más efectivas para cambiar los patrones de consumo y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible", dice el informe.
El estudio de ONU Medio Ambiente ofrece tres recomendaciones generales a los responsables de elaborar políticas para lograr mejores resultados:
- Incorporar la ciencia del comportamiento en los procesos y herramientas de políticas.
- Desarrollar la capacidad de políticas de comportamiento dentro de las instituciones encargadas.
- Ampliar los esfuerzos de investigación y difusión de las ciencias del comportamiento.