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02 Sep 2022 Reportaje Fresh water

Cómo pueden los países afrontar mejor los riesgos por inundaciones

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Las catastróficas inundaciones que han azotado al Pakistán en las últimas semanas han causado la muerte de más de 1000 personas, han ocasionado 500.000 desplazamientos y han afectado la vida de más de 30 millones de residentes.

Las inundaciones han dejado a más de un tercio del país sumergido en el agua, y el gobierno estima que los días lluvia continuarán.

El desastre en el Pakistán siguieron inmediatamente a las inundaciones en Corea del Sur causadas por las lluvias más intensas que este país ha experimentado en más de 100 años.

Asimismo, Uganda ha sufrido grandes daños por lluvias torrenciales que han causado inundaciones y han dejado un saldo de 30 muertos y miles de hogares destruidos.

Flooding along the Pungwe River in Mozambique
Las inundaciones de tierras agrícolas en África pueden provocar hambruna. Foto: Joakim Harlin/PNUMA

Las catástrofes asociadas con las inundaciones han aumentado en un 134% desde el año 2000, en comparación con las dos décadas precedentes, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Como subraya el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en un informe de 2021, el incremento de las temperaturas mundiales está afectando drásticamente el ciclo del agua, lo que hace que las inundaciones y las sequías sean más extremas y frecuentes.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y sus asociados han estado trabajando para ayudar a reducir el impacto de las inundaciones en países de todo el mundo.

“El PNUMA no tiene una varita mágica, pero trabajamos con múltiples asociados para: impulsar aún más la resiliencia a las inundaciones, desarrollar capacidades, promover el desarrollo sostenible y recopilar y analizar los datos más importantes para fundamentar empíricamente la formulación de políticas”, afirmó Lis Mullin Bernhardt, Experta en ecosistemas de agua dulce, PNUMA.

“Estamos creando resiliencia gracias a que estamos avanzando hacia el logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS6) sobre el agua y hemos proporcionado a los países oportunidades significativas para progresar en sus programas más amplios de desarrollo y clima de manera efectiva, viable a largo plazo y consistente en todos los sectores”, añadió la señora Bernhardt.

Las inundaciones destruyen la biodiversidad, las vidas, los medios de subsistencia, la infraestructura y demás activos. Asimismo, pueden agravar los peligros para la salud, como el cólera debido a que el desbordamiento de las alcantarillas conlleva a que el agua dulce y el agua contaminada se mezclen. Las inundaciones que se mantienen en el tiempo pueden propiciar la reproducción de mosquitos portadores de malaria en algunos lugares.

En el informe de la Organización Meteorológica Mundial se aboga firmemente por invertir en el manejo integrado de los recursos hídricos, un marco amplio para la ordenación de los recursos hídricos y el equilibrio de las necesidades sociales y económicas, al tiempo que se protegen los ecosistemas que mitigan las inundaciones, como los humedales.

https://youtu.be/-dgQ14g4ntk

Herramientas de datos

Contar con datos más precisos y fiables está ayudando a identificar los riesgos. La plataforma Flood and Drought Portal, gestionada por el PNUMA-DHI (un centro especializado de la alianza entre el PNUMA y el Grupo DHI cuyo objetivo es mejorar la gestión, el desarrollo y el uso de los recursos de agua dulce desde el nivel local hasta el mundial), añade y visualiza los datos disponibles públicamente de diversas fuentes, haciéndolos accesibles a las autoridades responsables de la gestión del agua de forma que puedan utilizar estos datos para fundamentar las decisiones a nivel local.

El portal aprovecha las novedosas oportunidades que ofrecen los datos satelitales y las soluciones en la nube para mejorar la preparación, gestión y respuesta a las inundaciones urbanas, las inundaciones de las cuencas, las sequías y la protección de las costas.

Mientras tanto, la Alianza Mundial para los Datos sobre el Desarrollo Sostenible (AMDDS), que trabaja para garantizar que las innovaciones de la revolución de datos se pongan en práctica para lograr los ODS, ha trabajado con asociados, incluido el PNUMA, para fundamentar la formulación de políticas en materia de inundaciones en Guinea, Senegal y Togo. Para ello, la AMDDS organizó un taller de creación de capacidades en tres fases centrado en la utilización del Flood and Drought portal (portal sobre inundaciones y sequías).

La capacitación ha ayudado al Senegal a mejorar la disponibilidad de datos públicos. “Aprendimos a explorar y aprovechar los datos sobre la deforestación, la sequía y las inundaciones en Senegal, que a menudo no se recopilan a nivel nacional”, afirmó Gora Mbengue, Departamento de Planificación y Vigilancia Ambiental de Senegal.

Flooding in Shaoguan, Guangdong Province, China in 2020.
Inundaciones en Shaoguan, provincia de Guangdong (China) en 2020. Foto: Unsplash/Jéan Béller

La adaptación salva vidas y ahorra recursos

El informe titulado Brecha de Adaptación 2021 del PNUMA  destaca la urgente necesidad de incrementar el financiamiento para la adaptación climática. Los costos estimados de la adaptación en los países en desarrollo son de cinco a diez veces mayores que las corrientes de financiación pública actuales para la adaptación, y el déficit de financiación para la adaptación no para de crecer.

“Los enfoques basados en los ecosistemas, como la construcción de humedales, la adecuación de zonas inundables (o de retención) y la restauración de la cubierta vegetal, para ayudar a mitigar los impactos de las inundaciones, están ganando mayor atención y financiamiento, y forman una parte central de las actividades del PNUMA en materia del clima”, afirmó la señora Bernhardt.

Dentro de su mandato para la meta 6.6 de los ODS, el PNUMA está trabajando para conservar los humedales, que absorben el exceso de agua y la liberan lentamente, mitigando así el impacto de las inundaciones.

El PNUMA no tiene una varita mágica, pero trabajamos con múltiples asociados para: impulsar aún más la resiliencia a las inundaciones, desarrollar capacidades, promover el desarrollo sostenible.

Lis Mullin Bernhardt, Experta en ecosistemas de agua dulce, PNUMA

En las Comoras, por ejemplo, el PNUMA y sus asociados están ayudando a las personas locales a recolectar y retener agua mediante la rehabilitación de 3.500 hectáreas de hábitat de cuencas hidrográficas. El proyecto tiene como objetivo plantar 1,4 millones de árboles en el transcurso de cuatro años en las tres islas del país. Para los agricultores que viven dentro de cuencas hidrográficas cada vez más resecas y degradadas, esta restauración ecológica evitará que sus suelos se sequen y que sean arrastrados cuesta abajo. El proyecto también está mejorando los sistemas de pronóstico del tiempo y el conocimiento del clima para ayudar a las personas a cambiar de la mano con el clima.

Este ejemplo procede de las nuevas directrices del PNUMA sobre la adaptación basada en los ecosistemas, que contienen el Instrumento de cartografía de oportunidades para la reducción del riesgo de desastres basada en los ecosistemas (RRD-Eco), que ayuda a los países a determinar dónde se superponen los ecosistemas (manglares, bosques, arrecifes de coral y praderas marinas) con las poblaciones humanas vulnerables a las tormentas, las inundaciones y los deslizamientos de tierra. Asimismo, este instrumento trata de determinar dónde tendrán el mayor impacto los enfoques basados en los ecosistemas.

El PNUMA también ha apoyado la re-humectación de turberas en Indonesia. Las turberas son un tipo de humedales sumamente importantes, ya que almacenan el doble de carbono que todos los bosques del mundo. Conservarlos ayuda a frenar el cambio climático y a reducir el riesgo de fenómenos climáticos extremos, como las inundaciones. La Iniciativa Mundial de Turberas, dirigida por el PNUMA, lleva a cabo actividades internacionales en cuatro países asociados iniciales – Indonesia, el Perú, la República Democrática del Congo y la República del Congo – para llevar a cabo, entre otras cuestiones, evaluaciones mundiales rápidas de la extensión de las turberas y su contenido de carbono.

Los interesados en obtener más información pueden ponerse en contacto con: Joakim Harlin, Jefe de la División de Agua Dulce del PNUMA: joakim.harlin@un.org

 

El PNUMA, junto con otros siete organismos de las Naciones Unidas, forma parte de la Iniciativa de Monitoreo Integrado, un programa mundial coordinado por ONU-Agua diseñado para apoyar a los países en el monitoreo y la presentación de informes sobre los avances hacia las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6. El PNUMA fue encomendado para ser responsable de tres de los 11 indicadores: la calidad del agua ambiente, la ordenación integrada de los recursos hídricos y los ecosistemas de agua dulce. Los datos que el PNUMA ha recopilado se están analizando actualmente para rastrear cómo las variaciones ambientales perjudiciales, como el cambio climático, la urbanización y los cambios en el uso de la tierra, afectan los recursos de agua dulce del mundo.