En América Latina y el Caribe, los gobiernos están tomando acciones contra el plástico desechable, los ciudadanos están reduciendo su consumo y los emprendedores buscan productos alternativos al plástico como parte de un movimiento regional para frenar la contaminación por este material.
La conciencia sobre la necesidad de una acción urgente está creciendo en esta región, que tiene el segundo mar más contaminado con plásticos en el mundo -el Caribe-.
En octubre, Belice y Guatemala se convirtieron en los últimos países de la región en unirse a la campaña Mares Limpios de ONU Medio Ambiente para reducir drásticamente el consumo de plásticos desechables y erradicar el uso de microplásticos. Argentina, Barbados, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Granada, Guyana, Honduras, Panamá, Perú, Santa Lucía y Uruguay ya forman parte de esta campaña.
Guatemala está utilizando cercas artesanales, hechas de residuos plásticos recuperados, para recolectar residuos plásticos de los ríos, lo que permite a las comunidades recolectarlos, desecharlos o reciclarlos. Honduras, República Dominicana y Panamá también han instalado las llamadas biobardas.
“Estamos muy orgullosos de unirnos a la campaña Mares Limpios y de mostrar los esfuerzos de comunidades de todo el país que están abordando la contaminación por plásticos al estilo guatemalteco. Las biobardas son una tecnología creativa y de bajo costo, y eso es lo que las hace tan populares”, dijo Alfonso Alonzo, Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala.
Belice, conocido por su barrera de arrecifes de coral, la segunda más grande del mundo, se ha comprometido a prohibir para abril de 2019 los utensilios de plástico de un solo uso, como cubiertos, bolsas y pajitas, así como los contenedores de espuma de poliestireno.
Antigua y Barbuda se convirtió en 2016 en el primer país en América Latina y el Caribe en prohibir las bolsas de plástico. "Hemos tenido éxito en la implementación de esta legislación porque invitamos a todos los sectores, incluido el sector privado, a que nos ayudaran desde el principio en el diseño de la prohibición. Primero construimos un consenso, luego aprobamos la ley. Esta es la única manera en que se puede tener éxito", relató Molwyn Joseph, Ministro de Salud y Medio Ambiente de Antigua y Barbuda.
“El plástico está en todas partes. El plástico está destruyendo nuestra tierra. Necesitamos detener los actuales patrones de consumo insostenibles. Si no revertimos este curso, las generaciones futuras heredarán plástico", añadió Joseph.
En ninguna parte esto se ve de una forma tan clara como en las pequeñas islas del Caribe. “Somos particularmente vulnerables al cambio climático. Para nosotros, es una cuestión de vida o muerte. Por eso nos tomamos tan en serio la lucha contra la contaminación marina. Bahamas está dispuesto a hacer su parte en términos de preservar el medio ambiente marino. Vamos a presentar una legislación para prohibir los plásticos de un solo uso y unirnos al resto de la humanidad en el movimiento para preservar la vida en este planeta", dijo Romauld Sotario Ferreira, Ministro de Medio Ambiente y Vivienda de Bahamas.
En agosto, Chile se convirtió en el primer país suramericano en prohibir legalmente el uso generalizado de bolsas de plástico. “La lucha contra la contaminación plástica es una prioridad para el gobierno. Esta prohibición fue la primera ley aprobada por el presidente Sebastián Piñera”, dice Carolina Schmidt, Ministra de Medio Ambiente de Chile.
La legislación otorga a las grandes empresas seis meses para dejar de usar bolsas de plástico, tiempo durante el cual pueden entregar un máximo de dos bolsas por cliente. Las tiendas pequeñas tienen dos años para adaptarse. Aquellos que no cumplan se enfrentarán a una multa de US$ 370.
“Queremos superar la cultura desechable y abrazar la reciclable por un Chile más limpio y que proteja mejor nuestra naturaleza ", escribió el presidente Piñera en Twitter. Chile produce alrededor de 3.200 millones de bolsas plásticas cada año y alrededor de 90% termina en vertederos o en el mar.
Panamá también sancionó a principios de este año una legislación para restringir el uso de bolsas de plástico que otorga a las empresas hasta dos años para eliminarlas. Jamaica comenzará a implementar una prohibición de bolsas de plástico, espuma de poliestireno y popotes el próximo año. Costa Rica adoptó una estrategia nacional para reducir drásticamente el uso de plásticos desechables para 2021, reemplazándolos con alternativas renovables y compostables. Mientras Dominica planea prohibir los recipientes y utensilios de plástico y espuma de poliestireno para enero de 2019.
Colombia impuso un gravamen a las bolsas de plástico en julio del año pasado: los consumidores pagan un centavo de dólar estadounidense (20 pesos colombianos) por cada bolsa, un monto que aumentará 50% cada año. El gobierno dice que la medida redujo el consumo de bolsas de plástico en 35% y ha recaudado alrededor de US$ 3,6 millones durante sus primeros seis meses de ejecución.
Ecuador está transformando las Islas Galápagos en un archipiélago sin plástico, con una medida que este año prohibió paulatinamente las bolsas plásticas, los popotes, los contenedores de polietileno para llevar y las botellas. Mientras en Perú, una ley que rija la fabricación, el uso y la importación de productos plásticos de un solo uso se debaten en el parlamento.
Brasil se unió a la campaña Mares Limpios en septiembre del año pasado. "Con una línea costera de 7.000 kilómetros, Brasil está haciendo su contribución al mundo: expandimos nuestras áreas marinas protegidas a 24,5 por ciento en los últimos dos años. Pero no es suficiente expandir las áreas de conservación o crear conciencia. Aunque ambos son importantes, necesitamos un conjunto de políticas públicas coherentes y concretas para frenar la contaminación marina ”, dijo Edson Duarte, Ministro de Medio Ambiente de Brasil.
ONU Medio Ambiente ha estado trabajando estrechamente con el Ministerio de Medio Ambiente para establecer la agenda sobre basura marina en Brasil y participa en el debate de políticas públicas con el sector privado, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil.
En todo el mundo, ONU Medio Ambiente ha desempeñado un papel importante al alentar a los gobiernos a reconocer la amenaza que representa la basura marina y apoyar la creación de una economía circular global. En septiembre, ONU Medio Ambiente y la Comisión Europea lanzaron la Plataforma Global de Plásticos para alentar a los Estados miembros a tomar medidas sobre este tema al más alto nivel.
Sin embargo, en las dos principales economías de la región, Brasil y México, no ha sido posible introducir la prohibición de las bolsas de plástico a nivel nacional. En cambio, las ciudades han implementado sus propias medidas. En São Paulo, las autoridades aprobaron en 2011 una ley que prohíbe la distribución gratuita de bolsas de plástico en tiendas, la cual entró en vigencia en 2015. Este año, Río de Janeiro se convirtió en la primera ciudad de Brasil en prohibir las pajitas de plástico y también aprobó una legislación para eliminar las bolsas de plástico.
Las autoridades municipales también han tomado la iniciativa en otros lugares: la Ciudad de México prohibió que las tiendas distribuyeran bolsas de plástico gratuitas en 2009, mientras que en Buenos Aires se prohibió a todos los supermercados usar o vender bolsas de plástico desechables a partir de enero de 2017.
Uno de los desafíos para las autoridades de la región es la falta de una industria fuerte de reciclaje. Un reciente informe de ONU Medio Ambiente encontró que un tercio de todos los residuos generados en las ciudades de la región terminan en vertederos abiertos o en el medio ambiente. Alrededor de 145.000 toneladas de desechos se eliminan de manera inadecuada todos los días y solo 10% se reutiliza a través del reciclaje u otras técnicas de recuperación.
Para más información, contacte a: María Amparo Lasso, Jefa de Comunicación para América Latina y el Caribe. maria.lasso [at] un.org