La economía circular desempeña un papel vital y una vía para la contribución de las empresas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París. Los sectores público y privado de América Latina y el Caribe reconocen cada vez más el valor de la transición a una economía circular, lo que puede verse en la rápida evolución de la regulación, los planes nacionales, la integración en las NDC, así como en acciones concretas de las empresas que ven el valor en la mitigación de numerosos riesgos ambientales y económicos como una oportunidad de diferenciación y de alcance a nuevos mercados, desarrollando así nuevos modelos de negocio.
En este sentido, las instituciones financieras también juegan un importante papel, apoyando activamente a sus clientes en la transición hacia una economía circular. Esto ha podido evidenciar un creciente interés de los bancos nacionales de desarrollo y los bancos comerciales de la región sobre cómo incorporar la economía circular a sus estrategias de financiación sostenible y responder eficazmente a esta oportunidad.
Desarrollado por el PNUMA en asociación con el Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), este documento se basa en consultas con diversas partes interesadas y en el compromiso con socios estratégicos de las siete jurisdicciones siguientes: Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, México y Perú.
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