Los valores espirituales de más del 80% de los habitantes del mundo influyen en sus comportamientos individuales. En muchos países, las creencias religiosas y las religiones son los principales propulsores de los valores culturales, la inclusión social, el compromiso político y la prosperidad económica.
Desde la resolución de 2008 sobre la “promoción del diálogo, la comprensión y la cooperación entre religiones y culturas en pro de la paz”, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha fomentado el diálogo global para promover el intercambio interreligioso e intercultural, la tolerancia y la comprensión.