La contaminación atmosférica, que mata a unos 7 millones de personas al año, es el mayor riesgo medioambiental para la salud de nuestro tiempo.
Los contaminantes atmosféricos son responsables de aproximadamente un tercio de las muertes por ictus, enfermedades respiratorias crónicas y cáncer de pulmón, así como de una cuarta parte de las muertes por infarto de miocardio. Asimismo, la contaminación del aire está alterando radicalmente nuestro clima, lo que provoca profundas repercusiones en la salud del planeta.
La contaminación del aire proviene de múltiples fuentes, desde las cocinas domésticas y las lámparas de queroseno hasta las centrales eléctricas de carbón, las emisiones de los vehículos, los hornos industriales, los incendios forestales y las tormentas de arena y polvo.
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