Las primeras imágenes son visualmente viscerales e inquietantes: vemos un paisaje distópico dominado por tormentas intensas, incendios y erupciones que amenazan con devorar la poca vida que queda en un planeta que agoniza.
No, esto no es una superproducción de Hollywood. Es un videojuego: Away: The Survival Series. En él, los jugadores controlan a una zarigüeya y tratan de mantenerla con vida, moviéndose por un paisaje siempre cambiante y asolado por el cambio climático.
Publicado por el estudio independiente canadiense Breaking Walls el año pasado, Away es uno de los nuevos juegos centrados en el medio ambiente. Los títulos forman parte de un esfuerzo por reclutar a los más de 2.000 millones de jugadores del mundo en lo que sus promotores llaman un impulso de "ahora o nunca" para salvar el planeta.
"Este medio tiene un alcance y una capacidad de acción increíble", dijo Sam Barratt, Jefe de Educación, Juventud y Promoción del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Llegar al público a través de los videojuegos "definitivamente funciona", añadió.
En todo el mundo, una de cada tres personas juega a videojuegos. Se trata de un público atractivo para que los defensores del medio ambiente transmitan mensajes sobre la crisis climática y otras amenazas planetarias.
Para llegar a los jugadores, el PNUMA lanzó en 2019 la Alianza Jugando por el Planeta, una asociación con la industria del juego. Hasta ahora, 50 empresas de juegos, que llegan a más de 130 millones de jugadores, se han unido, incorporando temas ambientales en sus juegos. Y hay muchas pruebas de que los "empujones" en los juegos pueden influir en el comportamiento en el mundo real. Barratt señaló el juego Fortnite, que recaudó 170 millones de dólares para Ucrania.
El siguiente nivel
Los estudios independientes como Breaking Walls no son los únicos que adoptan el enfoque medioambiental. Algunos de los mayores desarrolladores del mundo están lanzando juegos y activaciones de temática verde. El año pasado, Pac-Man tenía un tema de reforestación, mientras que Pokémon GO permitía a los jugadores equipar a sus personajes con ropa temática por el Día de la Tierra. Otros títulos destacados son June's Journey, en el que los jugadores pueden comprar decoraciones de árboles en el juego, que el desarrollador Wooga se compromete a igualar plantando un árbol en el mundo real. Una activación en el juego de rompecabezas Monument Valley 2 permite a los jugadores conocer la importancia de los árboles, animándoles a apoyar una petición de conservación de los bosques llamada Play4Forests.
Otras empresas tecnológicas también han abrazado el compromiso con el medio ambiente. El año pasado, Google Flights empezó a proporcionar a los viajeros estimaciones de su huella de carbono. Amazon ahora etiqueta los productos que son respetuosos con el medio ambiente. Y el gigante financiero Ant Group ha plantado más de 120 millones de árboles en nombre de sus clientes.
Los expertos afirman que estos impulsos digitales son cruciales en un momento en el que el mundo se enfrenta a una crisis medioambiental. "Nuestras prácticas de consumo están ejerciendo una enorme presión sobre el planeta, impulsando el cambio climático, avivando la contaminación y empujando a las especies hacia la extinción", dice David Jensen, Coordinador de Transformación Digital del PNUMA. "Estos empujones digitales verdes ayudan a los consumidores a tomar mejores decisiones, así como a impulsar colectivamente a las empresas a adoptar prácticas sostenibles".
Innovaciones por delante
Una parte fundamental de Jugar por el Planeta es el Green Game Jam. En esta competición anual, en la que participan los principales nombres de los juegos de computadora, dispositivos móviles y consolas, los estudios introducen en sus juegos activaciones relacionadas con el cambio climático. En dos años, la competición ha crecido hasta 50 grandes jugadores a partir de sólo once estudios.
"El Green Game Jam es nuestro platillo de ensayo para probar hasta dónde se puede llegar en cuestiones medioambientales, y los indicios son prometedores", dijo Barratt. La competición del año pasado recaudó casi un millón de dólares y permitió plantar cientos de miles de árboles. "Aunque es pronto, ha superado todo lo que podíamos esperar. Empresas que están más acostumbradas a competir por la audiencia y el talento colaboran ahora en retos medioambientales compartidos."
Además, el 60% de los miembros de Playing for the Planet se han comprometido a ser, como mínimo, neutros en carbono para 2030. Con el apoyo de los estudios TiMi se ha puesto en marcha una nueva Young Green Game Jam, en la que participan estudiantes de más de 300 universidades.
A medida que la tecnología evoluciona, los investigadores están viendo el potencial de la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA) en la educación sobre el cambio climático. El Laboratorio de Interacción Virtual Humana de la Universidad de Stanford, por ejemplo, ha utilizado la RV para sensibilizar sobre todo tipo de temas, desde la deforestación hasta la acidificación de los océanos. En algunos casos, ha introducido a los sujetos de prueba en el interior de corales y vacas. Los investigadores descubrieron que la naturaleza inmersiva del dispositivo no sólo ayuda a las personas a comprender mejor los problemas medioambientales, sino que también les da un mayor sentido de urgencia.
Los mundos virtuales pueden permitir a los usuarios vivir experiencias que de otro modo serían imposibles, y a medida que la tecnología mejora, esas experiencias pueden ser más reales e impactantes a la hora de impulsar la acción por el clima.
Día Mundial del Medio Ambiente
Organizado por Suecia, el tema del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra el próximo 5 de junio de 2022, es #UnaSolaTierra y está centrado en "vivir de manera sostenible y en armonía con la naturaleza". Sigue #UnaSolaTierra en las redes sociales y emprende una acción global transformadora porque proteger y restaurar este planeta es una responsabilidad global.
Acerca de la Alianza Jugando por el Planeta
La Alianza de Jugando por el Planeta se lanzó en 2019 durante la Cumbre del Clima, en la sede de la ONU en Nueva York. Al unirse a la Alianza, los miembros asumen compromisos que van desde la integración de activaciones verdes en los juegos a la reducción de emisiones y el apoyo a la agenda medioambiental mundial, mediante iniciativas que van desde la plantación de millones de árboles hasta la reducción del plástico en sus productos.