En muchas partes del mundo, los murciélagos a menudo son etiquetados como plagas chupadoras de sangre o portadoras de patógenos potencialmente mortales, como los coronavirus. Pero esa reputación oculta todas las cosas buenas que hacen los murciélagos, dicen los expertos. Estos mamíferos alados, de los cuales solo una pequeña fracción bebe sangre, desempeñan un papel crucial en muchos ecosistemas al polinizar plantas y cultivos, y regular las poblaciones de insectos.
La acción para proteger a los murciélagos es clave para la preservación de ecosistemas vitales, como los bosques. En 2018, el PNUMA, Eurobats y la Comisión Europea adoptaron un plan de acción para conservar especies de murciélagos en la Unión Europea.