En 1987, el mundo se congregó para firmar el Protocolo de Montreal, un acuerdo mundial para preservar la capa de ozono de nuestro planeta Tierra. En el acuerdo se propuso eliminar un conjunto de productos químicos, como los clorofluorocarbonos (CFC) y los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), que estaban creando un agujero del tamaño de un continente en la capa de ozono sobre la Antártida.
Actualmente, la capa de ozono se está recuperando, lo que permite que siga protegiendo al planeta de los efectos potencialmente devastadores de la radiación ultravioleta.
Aunque dicha problemática haya desaparecido de los titulares, la capa de ozono sigue bajo presión, afirmó la señora Meg Seki, Secretaria Ejecutiva de la Secretaría del Ozono, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
“Las personas tienden a asumir que el agujero de ozono ya pasó a la historia, que la humanidad ya hizo todo lo que debía hacer al respecto. Sin embargo, todavía tenemos muchos desafíos por delante”.
En vísperas del Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono, que se celebra el 16 de septiembre, el PNUMA conversó con la señora Meg Seki sobre los peligros que enfrenta el escudo solar de la Tierra y sobre el ejemplo modelo que el Protocolo de Montreal representaría para luchar contra el cambio climático.
El Protocolo de Montreal se considera uno de los acuerdos internacionales con más éxito en materia de medio ambiente. ¿Por qué?
Meg Seki (MS): El Protocolo de Montreal tiene una importancia monumental porque permitió que se hiciera frente a una catástrofe ambiental urgente de manera exitosa. Cuando los científicos alertaron al mundo de que había un enorme agujero en la capa de ozono a causa de los productos químicos artificiales emitidos a la atmósfera, los líderes políticos y ambientales se reunieron para abordar el problema y evaluar las soluciones. En la actualidad, se han eliminado más del 99% de las sustancias que agotan el ozono y se ha evidenciado que la capa de ozono se ha estado recuperando poco a poco.
¿Cuál es el tamaño del agujero en la capa de ozono en 2022 en comparación con 1987?
MS: Debido a la variabilidad anual, el tamaño del agujero se incrementa o se reduce dependiendo de la temperatura en la estratosfera. Por lo tanto, no podemos predecirlo de manera adecuada con antelación; sin embargo, sí hay una tendencia gradual y firme hacia la recuperación.
¿En cuánto tiempo se cerrará por completo el agujero?
MS: Los científicos estiman que el agujero en la capa de ozono ya no existirá para la década de 2060. Sin embargo, resulta complejo hablar de una recuperación completa porque la atmósfera en sí es muy diferente con respecto a cuando no había agotamiento del ozono. Los gases de efecto invernadero, los cambios de temperatura y el calentamiento global afectan la dinámica y los procesos químicos en la atmósfera; todo repercute en el proceso de recuperación. Ciertamente, se espera que la recuperación de la capa de ozono sea más temprana en otras partes de la estratosfera.
¿El cambio climático amenaza con revertir parte del progreso que hemos logrado en la reparación de la capa de ozono?
MS: Sin duda es un asunto muy complejo. Las sustancias que agotan el ozono (SAO) abordadas en el Protocolo de Montreal son gases de efecto invernadero peligrosos que causan el cambio climático; sin embargo, se ha logrado controlar y eliminar gradualmente las emisiones de estos gases. El propio cambio climático está provocando alteraciones en la circulación atmosférica y la temperatura, que repercuten en el agotamiento y la recuperación de la capa de ozono.
La presencia de gases de efecto invernadero, como el óxido nitroso, y otros contaminantes en la estratosfera también están afectando al agotamiento de la capa de ozono. El Grupo de Evaluación Científica (SAP, por sus siglas en inglés), uno de los tres grupos de evaluación del Protocolo de Montreal, examina constantemente el estado de la capa de ozono y vigila las tendencias de las sustancias que agotan el ozono y otros gases presentes en la atmósfera. Asimismo, este grupo de evaluación estudia los vínculos entre el clima y los cambios estratosféricos en el ozono.
Estos no son los únicos desafíos que enfrenta la humanidad. El Protocolo de Montreal incluye exenciones para algunos productos químicos que pueden agotar la capa de ozono. Se conocen más sustancias que agotan el ozono, como el óxido nitroso, que no están cubiertas en absoluto por este acuerdo internacional. ¿Es justo decir que la capa de ozono aún no está fuera de peligro?
MS: Exacto, no está fuera de peligro. Debido al éxito del Protocolo de Montreal, ha habido muchas noticias sobre la recuperación gradual de la capa de ozono, lo cual es fantástico. Las personas tienden a asumir que el agujero de ozono ya pasó a la historia, que la humanidad ya hizo todo lo que debía hacer al respecto. Sin embargo, todavía tenemos muchos desafíos por delante. En primer lugar, se debe hacer cumplir la enmienda de Kigali para eliminar el uso de los hidrofluorocarbonos (HFC) y examinar las mejoras de la eficiencia energética, especialmente en el sector de la refrigeración y climatización. Asimismo, las Partes están eliminando gradualmente los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) restantes y reduciendo los usos exentos en la mayoría de contextos posibles. Las Partes también han estado estudiando la destrucción ambientalmente racional de bancos de sustancias que agotan el ozono (SAO) contenidas en electrodomésticos, máquinas y sistemas de refrigeración al final de su vida útil. Además, aunque las Partes en el Protocolo de Montreal no están obligadas a regular el uso de óxido nitroso, sí están interesadas en comprender la magnitud de su impacto en la capa de ozono con el objetivo de considerar si es necesario adoptar medidas adicionales.
¿Cómo ha contribuido el Protocolo de Montreal a la biodiversidad?
MS: Está claro que proteger la capa de ozono significa proteger toda la vida en nuestro planeta Tierra: los ecosistemas, la salud humana, la agricultura, la flora y fauna silvestres. Todo tipo de vida. Sin la capa de ozono, habría penetrado demasiada radiación ultravioleta tipo B perjudicial a la superficie de la Tierra. Habría sido una noticia fatal. El incremento de la exposición a la radiación UV puede causar cáncer de piel y cataratas oculares, así como perjudicar cultivos, plantas y microorganismos, deteriorando los ecosistemas y las cadenas alimentarias.
¿Qué enseñanzas del Protocolo de Montreal pueden aplicarse a la lucha contra el cambio climático?
MS: Las sustancias que agotan el ozono (SAO) fueron ampliamente utilizadas en muchos sectores de nuestra economía: la climatización, la electrónica, la extinción de incendios, aerosoles, medicamentos... y como productos de fumigación agrícola. Se necesitaban medidas y mecanismos innovadores para garantizar la eliminación de las sustancias que agotan el ozono, puesto que habían llegado a ser tan esenciales para la vida humana y resultaba complejo erradicarlas sin perturbar el funcionamiento de la sociedad.
Para que esto se hiciera realidad, todos los países, tanto desarrollados como en desarrollo, colaboraron en una alianza mundial junto con la plena participación de las industrias y demás partes interesadas, para cumplir sus respectivas responsabilidades. El éxito del Protocolo de Montreal debería darnos esperanzas y algunas buenas lecciones aprendidas para abordar otras cuestiones ambientales mundiales, incluido el cambio climático y la Agenda 2030 sobre desarrollo sostenible.
Si desea obtener más información, visite la Secretaría del Ozono del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.