Incidentes recientes en Brasil y Australia han puesto una vez más de relieve la seguridad de las operaciones mineras y específicamente de las represas.
En febrero, las autoridades ambientales de Brasil en el estado de Pará (este) pidieron a los operadores de la refinería de alúmina Alunorte reducir sus operaciones a la mitad debido a preocupaciones por posible contaminación del agua.
Las autoridades también ordenaron la suspensión de operaciones en una de las dos presas de relaves en la mina de bauxita Paragominas. El principal accionista de la empresa propietaria de ambas instalaciones es Norsk Hydro.
Apenas dos semanas después, colapsó una sección de la presa de la mina Cadia, ubicada en el estado australiano de Nueva Gales del Sur. El incidente obligó al operador, Newcrest Mining, a detener los trabajos en la mina.
Brasil no es ajeno a los desastres mineros. En 2015, la mina de mineral de hierro del sudeste de Germano, que está cerca de la ciudad de Mariana, sufrió una fisura en la presa de Fundão y liberó al medio ambiente 39,2 millones de metros cúbicos de desechos. Diecinueve personas murieron, incluidos cinco residentes de la aldea y 14 empleados de la empresa minera Samarco que operaba la mina. El lodo viajó 650 kilómetros y terminó en el océano Atlántico 17 días después.
¿Por qué debería importarnos el impacto de los relaves mineros? Los relaves son uno de los componentes de los desechos mineros, además de los recubrimientos, las rocas descartadas y el agua. Sus propiedades físicas y químicas varían y dependen de factores tales como el tamaño y la estructura de los materiales extraídos y su contenido de humedad, y el método de procesamiento utilizado. También pueden contener sustancias nocivas, como metales pesados o radiactivos, así como minerales sulfurados y sustancias reaccionantes como el cianuro, que contaminan el suelo y las fuentes de agua.
En noviembre de 2017, ONU Medio Ambiente y la fundación noruega GRID-Arendal publicaron conjuntamente un informe sobre la seguridad en las presas de relaves mineros.
"Está claro que en la mayoría de las fallas documentadas (aparte de las fallas inducidas por terremotos) había amplias señales de advertencia de antemano. La tragedia es que las señales de advertencia fueron ignoradas o no reconocidas por la administración de recursos insuficientes", indica el informe.
El reporte también señaló que una mayor variabilidad climática y condiciones climáticas extremas son un desafío para la seguridad de las represas. Las lluvias fuertes se han considerado contribuyentes de 25% de las fallas globales de presas y de 35% de las fallas ocurridas en Europa.
Entonces, ¿qué hay que hacer para garantizar una mejor gestión del almacenamiento de relaves? Es importante fortalecer la cooperación internacional y la coordinación en la regulación minera, y especialmente en el almacenamiento seguro de relaves.
"La minería es una actividad económica importante, particularmente en países de bajos y medianos ingresos. Cuando se hace responsablemente, puede contribuir al desarrollo sostenible de un país. Por lo tanto, es crucial que la industria continúe esforzándose para adoptar las mejores prácticas ambientales, de salud y de seguridad, incluyendo el abordaje de los problemas de contaminación", dijo la conservacionista ecuatoriana Yolanda Kakabadse.
El Director Ejecutivo de ONU Medio Ambiente, Erik Solheim, se hizo eco de esta posición durante su visita a Brasil este mes.
"Debemos priorizar la seguridad ambiental y humana en todos los aspectos de las operaciones mineras. Los reguladores, las empresas y las comunidades deben adoptar una política de cero fallas en lo que respecta al almacenamiento de relaves", dijo Solheim.
"A través de la cooperación internacional, los países tienen la oportunidad de aprender unos de otros sobre cómo superar los obstáculos a la seguridad", agregó.
Si bien no existe un inventario de presas de relaves accesible al público, el informe de ONU Medio Ambiente y GRID-Arendal dice que podría haber al menos 3.500 presas en todo el mundo.
También agrega que, si bien el número total de fallas anuales de represas ha disminuido, la cantidad de incidentes graves ha aumentado.
Entre 2007 y 2017, hubo al menos 10 fallas muy graves de presas de relaves mineros en todo el mundo. Aproximadamente 20 personas fallecieron y al menos 1 millón de metros cúbicos fueron liberados al agua en cada uno de los incidentes. En algunos de estos casos, el desperdicio viajó 20 kilómetros o más.
Conoce más del trabajo de ONU Medio Ambiente sobre las causas y consecuencias ambientales de los desastres y conflictos.
Más recursos
Almacenamiento de Desechos Mineros: La seguridad no es un accidente.
Fronteras 2017: Nuevos temas de interés ambiental