Photo: UNEP/Jack Hewson
25 Oct 2023 Reportaje Chemicals & pollution action

Se agota el tiempo para los mineros de mercurio mexicanos que buscan un nuevo comienzo

Photo: UNEP/Jack Hewson

Al amanecer, una luz dorada ilumina las casi 400.000 hectáreas de montañas, desfiladeros y valles de la reserva natural de Sierra Gorda, en México.

En medio de esta inmensidad natural se alza la ciudad de Bucareli.

El canto de los gallos adorna la apertura diaria de la puerta metálica de la mina. El silencio de la mañana se rompe con el sonido sordo de un generador y los trabajadores acuden a su cotidianidad laboral.

Uno de ellos se llama José Vigil, uno de los 800 habitantes de la región que dependen de la extracción de mercurio, una sustancia sumamente tóxica, para ganarse la vida.

Pero el tiempo se agota.

El Convenio de Minamata sobre el Mercurio, un acuerdo ambiental multilateral diseñado para poner fin a la contaminación por mercurio, aborda la producción en origen. La extracción de mercurio será ilegal en México y el resto del mundo a partir de 2032, lo que preocupa a muchas personas sobre cómo sacar adelante a sus familias al tiempo que pasan dificultades con los riesgos para la salud de su ocupación como mineros.

"Se nos acaba el tiempo", nos cuenta Vigil. "Estamos buscando otras alternativas, otros medios para poder sobrevivir...[pero]... es la única forma de ganar dinero".

Con una tasa de desempleo superior al 70%, Bucareli y sus mineros se encuentran en una encrucijada.

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México es el segundo mayor productor de mercurio del mundo después de China, ya que produce unas 200 toneladas de este material tóxico cada año. Foto: PNUMA/Jack Hewson

Ante esta situación, el Gobierno de México ha puesto en marcha un proyecto para ayudar a 19 comunidades de la Sierra Gorda a adoptar medios de subsistencia alternativos sin mercurio. El proyecto, dirigido por el PNUMA, con el respaldo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y ejecutado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) de México, está trabajando codo a codo con las comunidades para identificar oportunidades de empleo alternativas.

"El mensaje del Convenio de Minamata es claro", declaró Sheila Aggarwal-Khan, Directora de la División de Industria y Economía del PNUMA. "Debemos proteger la salud humana y el medio ambiente de los peligros del mercurio al tiempo que apoyamos a los mineros para que encuentren alternativas sostenibles y económicamente viables".

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Una vez en la superficie, el mineral mezclado con mercurio se introduce en un horno. Se calienta, se tuesta hasta que se evapora y luego se eleva en forma de vapor de mercurio hasta que se condensa en tubos de refrigeración. Foto: PNUMA/Jack Hewson

La próxima semana comienza la quinta Conferencia de las Partes del Convenio de Minamata sobre el Mercurio, una reunión anual encaminada a examinar la aplicación del acuerdo. El evento servirá para llamar la atención sobre los efectos, a menudo devastadores, del mercurio.

Este elemento es una neurotoxina e, incluso a bajos niveles de exposición, es capaz de alterar las funciones cerebrales y deteriorar la coordinación y la memoria. Es especialmente peligroso para las mujeres embarazadas, ya que puede provocar abortos, y no se descompone en el medio ambiente, sino que se acumula y concentra en las cadenas alimentarias.

Desde sus orígenes en la cosmética y la alquimia antiguas hasta sus aplicaciones más recientes en dispositivos médicos, electrónicos y en la mayoría de las minas de oro y plata, el mercurio se ha utilizado durante siglos gracias a su versatilidad.

En todo el mundo, la mayoría de las grandes minas de mercurio han sido clausuradas. Sin embargo, debido en parte a la subida de los precios del oro, el uso de mercurio en la minería de oro a pequeña escala ha aumentado, lo que ha estimulado la construcción de nuevas minas informales.

Si bien se reconoce sobre todo en su forma líquida, el mercurio aparece en la tierra como una roca oscura llamada cinabrio, surcada de vetas rojas.

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El mercurio es una neurotoxina e, incluso a bajos niveles de exposición, es capaz de alterar las funciones cerebrales y deteriorar la coordinación y la memoria. Foto: PNUMA/Jack Hewson

En Bucareli, el cinabrio se extrae de las profundidades de la mina, se recoge en sacos y se traslada a la superficie mediante un cabrestante. Una vez en la superficie, el cinabrio se muele y se introduce en un horno sellado con arcilla. Se calienta, se tuesta hasta que se evapora y luego se eleva en forma de vapor de mercurio hasta que se condensa en tubos de refrigeración.

El mercurio líquido se acumula en un recipiente antes de ser limpiado por un minero que utiliza una máscara protectora contra gases. Asimismo, utiliza una esponja, con la que frota como si fuera un paño húmedo.

A pesar de las precauciones, el proceso es muy peligroso. Los mineros están expuestos todos los días a humos tóxicos expedidos por un agujero en el techo del horno.

"La gente se envenena y su vida no dura mucho", explica Vigil.

Lo que queda del cinabrio quemado se arroja al medio ambiente, contaminando la región que actualmente es reconocida mundialmente como un modelo de conservación de la naturaleza.

México es el segundo productor mundial de mercurio, sólo por detrás de China, con una producción anual de unas 200 toneladas. Tan solo la Sierra Gorda produce aproximadamente 101 toneladas, lo que la convierte en la región más productora de mercurio en el continente americano.

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Un minero en una tienda improvisada en Bucareli. Muchos mineros anhelan otro trabajo, pero las oportunidades laborales escasean; el municipio de Bucareli tiene una tasa de desempleo del 70%. Foto: PNUMA/Jack Hewson

Rara vez las bonanzas económicas benefician a los mineros. El precio actual de venta del mercurio del minero al intermediario es de apenas 1.500 pesos mexicanos por botella, unos 80 dólares. En la vecina ciudad de Querétaro, los intermediarios venden el mismo producto con un sobreprecio 10 veces mayor, por lo general a los mineros artesanales de oro, que lo utilizan para separar el oro del mineral.

Muchos mineros del mercurio ansían abandonar esta actividad. Según una encuesta reciente, el 79% afirmó que preferiría una ocupación alternativa si recibiera apoyo.

"Lo he hablado con mi esposa y dice que sería bueno para nosotros hacer otro tipo de trabajo", relata el señor José Vigil. "Algo como la agricultura... algo en el turismo. Eso es lo que me gustaría hacer para salir adelante con mi familia".

 

Sin embargo, el municipio de Bucareli está aislado, situado a casi 30 kilómetros de la carretera principal, un trayecto que requiere atravesar precipicios escarpados y descensos vertiginosos.

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El minero José Vigil asegura que muchos habitantes de Bucareli padecen una serie de problemas de salud derivados de la exposición al mercurio, que es una neurotoxina. Foto: PNUMA/Jack Hewson

Esto ha dificultado el establecimiento de negocios alternativos, por lo que el pueblo depende de la minería. "La carretera siempre ha arruinado nuestros proyectos", se lamenta el capataz de la mina de Bucareli, Jamie Moran.

El nuevo proyecto respaldado por el PNUMA y el FMAM pretende cambiar esta situación. Proporciona formación laboral a los mineros una vez que se han decidido por una nueva ocupación. Asimismo, les ayuda a adquirir capital para poner en marcha su propio negocio, al tiempo que apoya la adopción de leyes y normas para cerrar permanentemente las minas de mercurio y prohibir la construcción de nuevas minas.

Luis Felipe Abreu García, Coordinador General de Contaminación y Salud Ambiental del INECC, espera que la mayoría de los mineros de la zona de Sierra Gorda inicien la transición a nuevos empleos en el transcurso del año.

 

Para Leonardo Herra, esta transición ya está en marcha. Un antiguo dirigente minero se ha dedicado al ecoturismo, ofreciendo viajes al amanecer a miradores de los alrededores de Bucareli.

"Poder aprovechar estos paisajes, estas vistas que tenemos aquí, representa la oportunidad de dejar la minería, de dejar de trabajar dentro de un socavón y salir a la superficie y dedicarnos a otra actividad menos arriesgada, en compañía de nuestras familias", puntualizó el señor Herra.

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Un nuevo proyecto respaldado por el PNUMA ofrece formación laboral a los mineros, ayudándoles a abandonar el yacimiento minero. Foto: PNUMA/Jack Hewson

El turismo ha crecido de manera constante en la Sierra Gorda durante la última década, y actualmente la región recibe 218.000 visitantes al año.

"Si logramos atraer a 100, 200... 1.000 turistas a la semana o al mes, todos ellos requerirán servicios", afirma el señor Herra, quien ve grandes oportunidades en todo lugar, desde emprender en taquerías hasta construir tirolesas. “Ahí es donde entran mis compañeros mineros, los que quieren emprender tortillerías, los que quieren tener más ganado, taquerías... los que quieren construir cabañas, tirolinas, piscinas”.

Los expertos aseguran que también hay oportunidades laborales en la cosecha de orégano y piñón, y en la gestión forestal. En 2019, un incendio en la Sierra Gorda provocó la pérdida de más de 3,250 hectáreas de bosque. Prevenir futuros incendios requerirá de una importante mano de obra local.

"Para nosotros, la financiación del FMAM significa una oportunidad para poner en marcha todas estas actividades, de modo que todos los mineros puedan ahora trabajar al 100% en otra cosa, lo que nos permitirá dejar atrás la minería primaria de mercurio", afirmó el señor Vigil.

 

Para luchar contra el impacto generalizado de la contaminación en la sociedad, el PNUMA puso en marcha la campaña #SinContaminación, una estrategia de acción rápida, coordinada y a gran escala contra la contaminación del aire, la tierra y el agua. La estrategia pone de manifiesto el impacto de la contaminación en el cambio climático, la pérdida de recursos naturales y biodiversidad, y la salud humana. A través de mensajes fundamentados en datos científicos, la campaña muestra cómo la transición hacia un planeta sin contaminación es vital para las generaciones futuras.

El proyecto "Reducing global environmental risks through the monitoring and development of alternative livelihood for the primary mercury mining sector in Mexico» se enmarca en los esfuerzos del PNUMA por reducir y, en la medida de lo posible, eliminar el uso del mercurio en la minería aurífera artesanal y a pequeña escala, los productos con mercurio añadido y los dispositivos electrónicos. Si desea obtener más información, comuníquese con Kevin.Helps@un.org.

Más información sobre nuestra labor en el ámbito de los productos químicos y los desechos respaldada por el FMAM (GEF) aquí.