Hace muchos años, en una remota aldea del Himalaya, Kristin Kagetsu aprendió una lección valiosa: para crear productos verdaderamente sostenibles era necesario utilizar componentes locales.
En ese momento trabajó duro para diseñar una receta de crayones que aún se comercializa, pero años después se dedicó a solucionar un problema ambiental y social más apremiante: la falta de toallas sanitarias amigables con el ambiente y con la salud femenina.
Hoy, con 28 años de edad, es directora ejecutiva de la marca de toallas sanitarias Saathi, en asociación con el cofundador de la marca, Tarun Bothra, de 26 años,
En India, 84% de las mujeres no tiene acceso a toallas sanitarias. Las pocas que las utilizan no tienen alternativas para reducir el desperdicio de plástico. En promedio, las mujeres que usan toallas sanitarias generan 60 kilogramos de residuos de este artículo durante su vida, eso equivale a 100.000 toneladas de desechos al año.
"En India, las mujeres se ven obligadas a usar trapos, paños e incluso barro para retener el sangrado menstrual, lo que las expone a un alto riesgo de infección", explicó Brotha. "Las alternativas improvisadas son incómodas, poco confiables y poco absorbentes, lo que hace que un día en el trabajo o en la escuela sea muy difícil de manejar".
Las compresas Saathi llegaron para mejorar las vidas de las mujeres sin crear un impacto ambiental negativo. Son 100% biodegradables, hechas con fibras de plátano, que son fuertes y absorbentes. A diferencia de la pulpa de madera o el algodón, la fibra de plátano es un subproducto agrícola, por lo que no se ocupan tierras para su producción. Las almohadillas no contienen lejía y usan un adhesivo ecológico.
"La gente no entiende por qué estamos llevando un producto biodegradable a las áreas rurales", dijo Kagetsu. "Pero los desechos sanitarios afectan a estas comunidades más directamente que a las urbanas, porque allí los habitantes usan la tierra para cultivar sus propios alimentos. El desperdicio afecta directamente lo que beben y comen", añadió.
En una modesta fábrica en las afueras de la bulliciosa Ahmedabad, un grupo de mujeres está ocupado ensamblando las toallas sanitarias. Hasta la fecha, la compañía ha fabricado cientos de miles de toallas con fibras de plátano que, de lo contrario, se desperdiciarían.
"Al principio queríamos ofrecer a las mujeres un mejor acceso a las compresas sanitarias, pero nos dimos cuenta de que esto era solo una parte de la solución. Estamos tratando de construir un futuro sostenible. El medio ambiente es parte de nuestra cadena de valor y no queremos dañar ninguna parte de nuestra cadena de valor ", dijo Bothra.
"Las toallas a base de plástico tardan cientos de años en degradarse y, lo que es peor, con frecuencia se queman, generando emisiones de gases contaminantes, como el dióxido de carbono", señaló Bothra.
"A medida que aumenta el uso de las toallas sanitarias en India, es esencial tener acceso a un producto asequible, biodegradable y no contaminante. Las toallas Saathi se degradan de tres a seis meses después de su eliminación, 1.200 veces más rápido que las compresas convencionales ", dijo.
Esta alternativa también ofrece un precio competitivo. Las toallas plásticas comerciales pueden costar hasta US$ 27 centavos cada una. Otras versiones ecológicas se venden a entre US$ 52 y 80 centavos cada una. Las toallas Saathi se venden por menos de US$ 30 centavos. "Algunos productos dicen ser biodegradables, pero no lo son al 100%. Otros pueden usar algodón orgánico para una capa, pero igualmente contienen plástico y otras sustancias químicas", aclaró Bothra.
Las toallas Saathi salieron a la venta en 2017 y actualmente se ofrecen en línea. Pronto estarán disponibles en los supermercados. Hoy día, la compañía está utilizando las ventas para subvencionar toallas para mujeres que viven en áreas donde la menstruación es un tema tabú.
En muchas comunidades rurales, una de cada seis mujeres todavía pierde alrededor de un mes de trabajo al año debido a la falta de acceso a productos modernos de higiene femenina. Las toallas de Saathi ya han llegado a miles de mujeres y el objetivo de la empresa es aumentar el acceso a toallas sanitarias para 1,5 millones de mujeres de aquí a 2023.
Kagetsu aclara que los productos sanitarios son una necesidad y no una opción. "Si podemos hacernos un espacio, esto tendrá un impacto previsible a largo plazo en el futuro de las mujeres y del medio ambiente", dijo.
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