Mientras en diversas partes del mundo las personas permanecen en casa y respetan el distanciamiento social para frenar la propagación de la COVID-19, surgen cada vez más investigaciones que indican que después de la crisis actual podemos “reconstruir mejor” para crear un mundo saludable, resiliente, próspero, justo y libre de emisiones.
La creación de empleo es una consideración clave en la planificación del crecimiento económico bajo en carbono. La adopción generalizada de las energías renovables genera oportunidades de trabajo en toda la cadena de suministro. A nivel mundial, el sector empleaba a 11 millones de personas a fines de 2018, según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).
Impulsar una transformación energética basada en las renovables es una oportunidad para cumplir los objetivos climáticos internacionales mientras se favorece el crecimiento económico, se crean millones de empleos y se mejora el bienestar humano, de acuerdo con IRENA.
"Los paquetes de estímulo fiscal posteriores a la COVID-19 brindan la oportunidad de iniciar una recuperación ecológica y transformadora, con la creación de empleos verdes", dice Mark Radka, experto en energía y clima del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Según el estudio de IRENA Energías Renovables y Empleos- Balance anual, la adopción de las renovables podría impulsar un aumento de US$ 98 billones en las ganancias acumuladas del Producto Interno Bruto mundial de aquí a 2050. En este proceso, casi se cuadruplicarían los puestos de trabajo en el sector, hasta los 42 millones, y se ampliaría el empleo en el campo de la eficiencia energética hasta los 21 millones de puestos de trabajo.
Si bien los principales mercados como China, Estados Unidos y la Unión Europea albergan la mayor concentración de empleos en energías renovables, otros países asiáticos han surgido como exportadores de paneles solares fotovoltaicos (PV), señala el informe.
El empleo sigue concentrado en un puñado de países, con Brasil, China, India, Estados Unidos y miembros de la Unión Europea a la cabeza. Pero las capacidades de generación de energía y, en menor grado, las plantas de ensamblaje y fabricación, están creando empleos en un número creciente de países, en diversas regiones.
Solar fotovoltaica: el principal empleador
La energía solar fotovoltaica siguió siendo el principal creador de empleo entre las tecnologías de energía renovable en 2018, con un tercio del flujo de trabajo total. Asia acogió más de 3 millones de empleos en el sector o casi 90% del total mundial.
El aumento de la producción hizo que los empleos en biocombustibles aumentaran 6%, a 2,1 millones. Brasil, Colombia y el sudeste asiático tienen cadenas de suministro intensivas en mano de obra, mientras que las operaciones en los Estados Unidos y la Unión Europea están mucho más mecanizadas.
La energía eólica alberga 1,2 millones de empleos. Predominan los proyectos terrestres, pero el segmento marítimo está ganando terreno y podría aprovechar la experiencia y la infraestructura del sector petróleo y gasífero.
La energía hidroeléctrica tiene la mayor capacidad instalada de todas las energías renovables, pero ahora su expansión se ha desacelerado. El sector emplea directamente a 2,1 millones de personas, tres cuartas partes de las cuales se encuentran en operaciones y mantenimiento.
Las energías renovables fuera de la red, además de contribuir a expandir el acceso a la electricidad, han contribuido a la creación de empleo en África y Asia.
¿Qué determina la creación de empleo en las renovables?
Varios factores determinan cómo y dónde se genera empleo a lo largo de la cadena de suministro de la energía renovable, por ejemplo, las políticas gubernamentales, la diversificación de las cadenas de suministro, los patrones comerciales y las tendencias de reorganización y consolidación de la industria. Además de estos factores, la productividad laboral crece en importancia con el tiempo.
Calidad e inclusión
La calidad de los nuevos empleos creados por las renovables también es un asunto crucial.
Un trabajo bien remunerado que requiere habilidades bien perfeccionadas y se realiza en un lugar de trabajo seguro y gratificante es un mayor multiplicador de beneficios socioeconómicos que uno que paga poco, conlleva a escasos beneficios o es temporal.
El empleo también debe ser inclusivo, brindar oportunidades para personas con diferentes talentos y habilidades, y garantizar que ningún grupo de población, como las mujeres, sea sistemáticamente excluido.
Ampliando la disponibilidad de talentos
El cambio global hacia las energías renovables exige una creciente variedad de habilidades: técnicas, comerciales, administrativas, económicas y legales, entre otras. Ampliar la disponibilidad de talento es, por lo tanto, una razón pragmática para impulsar la participación de las mujeres en las energías renovables.
El informe encontró que, debido a su dimensión multidisciplinaria, el campo de las energías renovables atrae a las mujeres de una manera que la industria de los combustibles fósiles no lo hace. Actualmente, las mujeres representan 32% de la fuerza laboral de las renovables, una proporción sustancialmente mayor que el promedio de 22% reportado en la industria mundial de petróleo y gas.
La superación de las brechas de género en el acceso a la electricidad contribuye al logro de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El acceso a energía limpia, asequible y renovable también reduce las barreras para el mercado de empleo de las mujeres.
"La energía renovable brinda la oportunidad de 'reconstruir mejor', crear empleos verdes, facilitar la transición a economías neutras en carbono y protegernos de futuras amenazas globales, incluidas las pandemias", dice el experto en cambio climático de PNUMA Niklas Hagelberg. "La humanidad depende de que actuemos hoy para construir un futuro resiliente y sostenible".
Para más información, por favor contacte a Niklas Hagelberg: Niklas.Hagelberg@un.org o Mark Radka: Mark.Radka@n.org