La naturaleza es el ingrediente imprescindible para el futuro de la humanidad y, sin embargo, su financiación es sumamente insuficiente. Es hora de actuar duplicando la inversión en soluciones basadas en la naturaleza para 2025 y eliminando las inversiones que perjudican a la naturaleza.
El Estado de la Financiación para la Naturaleza es una publicación periódica que tiene por objetivo cuantificar los flujos de financiación pública y privada destinados a soluciones basadas en la naturaleza y la medida en que los flujos de financiación se ajustan a los objetivos mundiales y a la inversión necesaria para: limitar el calentamiento global por debajo de 1,5 °C, detener la pérdida de biodiversidad y lograr la neutralidad de la degradación del suelo. Su alcance en la edición actual supera con creces al del informe inaugural de 2021.
Si se financian suficientemente, las soluciones basadas en la naturaleza tienen un potencial de "triplicar" los beneficios económicos, lo que resulta especialmente atractivo dada la actual situación económica mundial.
Los objetivos en materia de clima, biodiversidad y degradación del suelo serán inalcanzables a menos que las inversiones en soluciones basadas en la naturaleza aumenten rápidamente hasta alcanzar los US$ 384 mil millones/año en 2025, más del doble de los US$ 154 mil millones/año que se han invertido hasta la fecha.
El marco internacional acordado en la COP15 insta a movilizar al menos US$200.000 millones anuales procedentes de fuentes públicas y privadas para la financiación relacionada con la biodiversidad de aquí a 2030. Asimismo, de aquí a 2030, se pretende aumentar los flujos de financiación internacional procedentes de los países desarrollados en favor de los países en desarrollo hasta un…
Las soluciones basadas en la naturaleza en las ciudades presentan una oportunidad urgente y de rápido crecimiento para reconfigurar la manera en que se invierte en la naturaleza. Las ciudades son responsables del 80% del PIB mundial, lo que las convierte en actores fundamentales de la economía global.
Cada dólar gastado en la restauración de bosques degradados puede resultar en US$ 30 en beneficios económicos.
