El mundo se está calentando más rápido que en cualquier otro momento de la historia. Esto está cambiando radicalmente el clima de la Tierra y liberando una ola de clima extremo, que incluye incendios forestales, huracanes, inundaciones y sequías. Pero la humanidad aún puede evitar los peores impactos de esta crisis climática. Para ello, hay que evitar que la temperatura media de la Tierra suba más de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.
La única manera de evitar un cambio climático catastrófico es reducir rápidamente nuestras emisiones de gases de efecto invernadero que calientan el planeta, incluido el dióxido de carbono. Estas emisiones, que provienen en gran medida de la quema de combustibles fósiles, han seguido aumentando en las últimas décadas a pesar de una serie de acuerdos internacionales, incluido el Acuerdo de París. Para mantener vivo el objetivo de temperatura de 1,5 °C, el mundo necesita reducir las emisiones de 2030 en un 42%. Esto debe hacerse en conjunto con la adaptación climática. Los Planes Nacionales de Adaptación, en particular, son cruciales para garantizar que la resiliencia climática se incorpore en cada uno de los sectores. Para 2025, todos los países deben comprometerse con nuevas Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (CDN), estas CDN deben cubrir todas las emisiones y sectores. La ambición global en la próxima ronda de CDN debe llevar las emisiones globales de gases de efecto invernadero en 2035 a niveles consistentes con la trayectoria de 1,5 °C. Explore estas fichas informativas para aprender cómo hacerlo.