El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Coalición Clima y Aire Limpio (CCAC) y la Agencia Internacional de la Energía (AIE) han publicado una evaluación de los beneficios para el clima y la salud: "El imperativo de reducir el metano de los combustibles fósiles".
El metano es un potente contaminante climático responsable de alrededor del 30% del aumento de las temperaturas globales desde la Revolución Industrial. La explotación de combustibles fósiles es el segundo mayor factor causante de emisiones antropogénicas de metano, y la mayoría de estas emisiones pueden reducirse con la tecnología existente, a menudo a bajo costo.
Aunque el escenario de emisiones netas cero para 2050 constató que un enorme aumento de las energías limpias redujo el uso de combustibles fósiles, con la consiguiente disminución de las emisiones de metano, este informe concluye que este avance no es suficiente para reducir las emisiones de metano al ritmo y a la escala necesarios para evitar los peores efectos del cambio climático.
Además, este informe destaca las acciones específicas necesarias para: abordar las emisiones de metano procedentes de la producción y el uso de combustibles fósiles, limitar el riesgo de traspasar puntos de no retorno en materia de cambio climático y crear beneficios para la salud pública.