Los efectos negativos de los sistemas mundiales insostenibles de producción y consumo con respecto al clima, la diversidad biológica y la contaminación no han disminuido. Los sistemas lineales de producción y consumo del modelo tomar-hacer-desperdiciar que impulsan nuestra economía mundial han significado que la prosperidad económica implique el agotamiento de los recursos naturales y los consiguientes impactos negativos para las personas y el planeta.
El informe del Secretario General sobre los progresos realizados en el Marco decenal de programas sobre modalidades de consumo y producción sostenibles revela que la sostenibilidad en dichos ámbitos constituye un factor que facilita la recuperación de una pandemia mundial que no deja a nadie atrás, se adecúa a las ambiciones mundiales en materia de sostenibilidad y nos rencauza al cumplimiento de la Agenda 2030.