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Trabajando colaborativamente con el Protocolo de Montreal  

Bajo el histórico Protocolo de Montreal sobre Sustancias que Agotan la Capa de Ozono, todos los países del mundo están tomando acciones específicas con plazos definidos para reducir y eliminar su producción y consumo de químicos hechos por el hombre que destruyen la capa de ozono estratosférico, el escudo protector de la Tierra.

El objetivo del Protocolo de Montreal es proteger la salud humana y el medio ambiente eliminando gradualmente casi 100 productos químicos industriales conocidos como sustancias que agotan la capa de ozono (SAO), que incluyen hidrofluorocarbonos (HCFC), clorofluorocarbonos (CFC), halones, bromuro de metilo, tetracloruro de carbono y metilcloroformo, y la reducción gradual de los hidrofluorocarbonos (HFC), que son potentes gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático.

Los 198 Estados miembros de la ONU han ratificado este acuerdo ambiental multilateral, uno de los tratados que tiene membresía universal, y tanto los países desarrollados como en desarrollo están trabajando para lograr los objetivos del Protocolo.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) se convirtió en una de las Agencias de Implementación del Fondo Multilateral del Protocolo el 19 de junio de 1991 -junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) y el Banco Mundial.

En 2002, se creó el Programa AcciónOzono de Asistencia para el Cumplimiento (CAP, por sus siglas en inglés) para servir a los países en desarrollo. La mayoría del personal del CAP está ubicado en las oficinas regionales del PNUMA, donde interactúan de cerca con las Unidades Nacionales del Ozono (UNO) en el día a día para apoyar y mantener el cumplimiento del Protocolo de Montreal. Este mecanismo de entrega regional y la cercanía operativa a las UNO es una característica distintiva del CAP. Desde esa fecha, el Programa AcciónOzono, que forma parte de la División Jurídica del PNUMA, ha estado fortaleciendo la capacidad de los gobiernos, en particular de los puntos focales operativos para el Protocolo de Montreal, conocidos como Unidades Nacionales de Ozono (UNO), y de la industria de los países en desarrollo para elaborar y hacer cumplir las políticas requeridas para implementar el Protocolo y tomar decisiones informadas sobre tecnologías alternativas.

AcciónOzono proporciona a los países en desarrollo servicios CAP interconectados y de apoyo mutuo y apoyo a proyectos de acuerdo con una estrategia continua de 3 años. Esta estrategia se basa en las necesidades actuales y previstas de los países, centrándose en las obligaciones de cumplimiento específicas, los países consumidores de bajo volumen de SAO y el sector de servicio de refrigeración. Dentro de este período 2021-2023, el PNUMA identificó ocho resultados principales (explicados a continuación) que se pueden agrupar en cuatro objetivos amplios:

  • Asistir a las Unidades Nacionales de Ozono y fortalecer los marcos nacionales del Protocolo de Montreal.
  • Ayudar a los países del Artículo 5 a cumplir con sus compromisos de eliminación de HCFC y mantener el cumplimiento de los objetivos anteriores.
  • Fortalecimiento del sector de servicios de refrigeración para alternativas respetuosas con el ozono y el clima.
  • Promover la ratificación de la Enmienda de Kigali y apoyar la implementación de la reducción gradual de los HFC.

Para ayudar de la manera más eficiente a los países en desarrollo, el Programa AcciónOzono mantiene una sólida asociación de colaboración con la Secretaría del Ozono, la Secretaría del Fondo Multilateral y el resto de las agencias implementadoras, así como con agencias bilaterales, asociaciones profesionales e industriales y organizaciones no gubernamentales.

AcciónOzono proporciona a los países en desarrollo los siguientes servicios:

Redes Regionales de Oficiales de Ozono.por Unidades Nacionales de Ozono (UNO). Un mecanismo de desarrollo de capacidades altamente exitoso y rentable que promueve el intercambio de información, experiencia y conocimientos necesarios para cumplir con los compromisos del Protocolo de Montreal, informar datos, establecer y hacer cumplir políticas, adoptar tecnologías y administrar eficazmente por las Unidades Nacionales de Ozono (UNO).

Cooperación Sur-Sur. Un mecanismo proporcionado por el Programa de Asistencia para el Cumplimiento (CAP) que permite la cooperación específica entre dos o más países sobre desafíos técnicos o políticos específicos que enfrentan los países en desarrollo en la implementación del Protocolo de Montreal. Esto puede tomar la forma de misiones, intercambios de personal de la Unidad Nacional del Ozono a corto plazo o provisión de experiencia.

Creación de capacidades. Servicios de capacitación, información y apoyo que ayuden a los países en desarrollo a desarrollar la capacidad nacional de las partes interesadas estratégicas (en particular, funcionarios de aduanas, técnicos de refrigeración y funcionarios encargados del ozono) para crear el entorno propicio necesario para la implementación efectiva de los programas nacionales del Protocolo de Montreal.

Centro de Intercambio de Información. Un servicio mundial de información, comunicación y educación que proporciona a las Unidades Nacionales de Ozono y otras partes interesadas, publicaciones, servicios de información digital y otras herramientas que pueden utilizarse para campañas nacionales de información y sensibilización en apoyo de los objetivos del Protocolo de Montreal.

Servicios de asistencia al cumplimiento. Apoyo específico al país, proporcionado por el personal del CAP, diseñado para abordar las necesidades individuales relacionadas con el cumplimiento y articuladas por las UNO

Proyecto de apoyo.  Asistencia técnica y de proyectos para planes de gestión de eliminación de HCFC, estudios de alternativas de SAO, actividades habilitadoras y proyectos de demostración/asistencia técnica.

La capa de ozono es un manto de gas que rodea la tierra. Está ubicado en la estratósfera, a 20-40 km sobre el nivel del mar, y contiene una alta concentración de ozono. Actúa como un escudo invisible que protege a las personas de la nociva radiación ultravioleta (UV) proveniente del sol. La radiación UV causa cáncer de piel, cataratas, inhibe el sistema inmunitario humano, daña los cultivos agrícolas y los ecosistemas y deteriora el entorno construido. En el caso de los seres humanos, la radiación ultravioleta rápidamente causa quemaduras de sol y seca y engrosa la capa externa de la piel, lo cual acelera el envejecimiento cutáneo.

Al absorber la radiación UV-B en la estratósfera, la capa de ozono evita que niveles nocivos de esta radiación alcancen la superficie de la Tierra, cumpliendo así una función esencial para preservar la vida en nuestro planeta y para la salud humana.

Un poco de historia

En 1974, Mario J. Molina y F. Sherwood Rowland advirtieron que las sustancias denominadas clorofluorocarburos (CFC) agotaban (y agotan) catalíticamente el ozono estratosférico. En 1975, Veerabhadran Ramanathan demostró que estos CFC son también potentes gases de efecto invernadero (GEI), y que cada una de sus moléculas es diez mil veces más potente que el dióxido de carbono (CO2).

Para 1978, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) organizó una serie de reuniones que fueron el impulso para llevar a cabo la Convención de Viena para la Protección de la Capa de Ozono de 1985. Unas semanas más tarde, científicos británicos descubrieron que la concentración del ozono que se encuentra sobre el continente antártico y otras áreas del planeta había disminuido considerablemente. Incluso con variaciones normales en la capa de ozono, en algunas partes se había registrado una reducción del 50% de la concentración total del ozono.

A este agotamiento catastrófico se lo denominó: Agujero de Ozono Antártico, y las autoridades públicas y ambientales exigieron que se tomara acción, para evitar puntos críticos en el ozono y consecuencias ambientales y sanitarias.

Para remediar la situación, 24 Estados Miembros de la ONU y de la Comisión Europea trabajaron juntos con el fin de diseñar un acuerdo cooperativo global. Fue así como el 16 de septiembre de 1987 firmaron el Protocolo de Montreal sobre Sustancias que Agotan la Capa de Ozono (Protocolo de Montreal). Un total de 197 Estados Miembros de las Naciones Unidas y observadores son ahora Parte de este acuerdo. La Convención de Viena y el Protocolo de Montreal fueron los primeros y —hasta ahora— los únicos tratados de las Naciones Unidas sobre cualquier tema que hayan logrado la Ratificación Universal.

¿Cuáles son las sustancias que agotan la capa de ozono?

Las Sustancias Agotadoras del Ozono (SAO) son: clorofluorocarbonos (CFC), hidrofluorocarbonos (HCFC), halones, bromuro de metilo, tetracloruro de carbono y metilcloroformo.

Se han encontrado alternativas para estas sustancias y se las ha adoptado para prácticamente todos los usos. Sin embargo, el 15% de las alternativas utilizadas para reemplazar a las SAO fueron los hidrofluorocarbonos (HFC), que no agotan la capa de ozono, pero que tienen un alto potencial de calentamiento global (PCG) y, por lo tanto, contribuyen al calentamiento global.

Para corregir esto, las Partes del Protocolo de Montreal aprobaron en octubre de 2016 la Enmienda de Kigali, que introdujo una reducción gradual de los HFC en las medidas de control del tratado.

A la fecha, ya se ha eliminado más del 99% de las SAO controladas, lo cual está permitiendo una recuperación gradual de la capa de ozono. Según el Grupo de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal (2022), el agujero del ozono habrá disminuido significativamente para el año 2050, y se prevé que su recuperación ocurrirá entre 2060 y 2070.

¿Cuáles son los beneficios del Protocolo de Montreal?

Beneficios para el Medio Ambiente: La recuperación de la capa de ozono facilita la conservación del equilibrio del ecosistema del planeta, permitiendo así la supervivencia de las especies animales y vegetales, que son particularmente sensibles a la radiación UV-B. Los beneficios para la biodiversidad que provienen del Protocolo son significativos y traen otros beneficios sociales y económicos relacionados.

Beneficios para el Clima: Las Sustancias Agotadoras del Ozono (SAO) no solamente dañan la capa de ozono, sino que son potentes gases de efecto invernadero. En consecuencia, las acciones para eliminar las SAO han evitado un calentamiento que, de no haberse tomado, sería igual al que causa el dióxido de carbono. Esto hace que el Protocolo de Montreal sea el tratado obligatorio más eficaz para generar soluciones efectivas para frenar el cambio climático acelerado. Al reparar la capa de ozono estratosférica, el tratado también brinda beneficios climáticos adicionales, mediante la protección de los bosques y de otros sumideros que remueven los gases de efecto invernadero.

Beneficios para la Humanidad: La humanidad es una clara beneficiaria del Protocolo de Montreal, mediante la mejora de la salud y la seguridad alimentaria. Los rayos UV-B son nocivos para los seres humanos, ya que son la causa principal de enfermedades graves como el cáncer de piel, las cataratas y la inhibición del sistema inmunitario. Las soluciones que brinda el Protocolo de Montreal para restaurar la capa de ozono y limitar el calentamiento global permitirán mejores rendimientos y cosechas más sanas, lo cual mejora la seguridad alimentaria y ayuda a desarrollar resiliencia climática.

Al ralentizar los impactos en el clima, el Protocolo de Montreal también favorece la paz y la seguridad, ya que ayuda a prevenir el hambre, la escasez de agua, el desplazamiento de poblaciones y muchas de las causas subyacentes del conflicto global. El éxito del Protocolo de Montreal tiene su origen en un enfoque pragmático contra la producción y el consumo de las sustancias químicas infractoras que se fabrican industrialmente, se basa en la información de grupos de evaluación técnica y científica recabada en tiempo real y promueve la equidad en la provisión de recursos financieros y tecnológicos, para asegurar la efectiva participación de los países en desarrollo. Brinda un modelo para la cooperación multilateral.

Beneficios para la Economía: El Protocolo de Montreal ha aportado soluciones a las cuestiones ambientales que amenazaban la viabilidad de los mercados y de las economías. De hecho, la degradación del medio ambiente agota el «capital» natural del que dependen la supervivencia y el crecimiento de la humanidad.

¿Cómo se financia el Protocolo de Montreal?

El artículo 10 del Protocolo de Montreal estableció el mecanismo financiero del tratado, conocido como Fondo Multilateral, para cubrir los costos incrementales acordados del cumplimiento de los países en desarrollo y para financiar una función de cámara de compensación. Este último incluye:

  • Identificar sus necesidades de cooperación a través de estudios específicos de cada país y otra cooperación técnica.
  • Facilitar la cooperación técnica para satisfacer estas necesidades identificadas.
  • Distribuir información y materiales relevantes, y realizar talleres, sesiones de capacitación y otras actividades relacionadas.
  • Facilitar y monitorear otra cooperación multilateral, regional y bilateral disponible para los países en desarrollo.

La Enmienda de Kigali modifica el Protocolo de Montreal al agregar los Hidrofluorocarbonos (HFC) a la lista de sustancias controladas, ya que son nocivas para el medio ambiente debido a su fuerte impacto —mayor que el del CO2 por molécula— en el calentamiento global. Entró en vigor el 1 de enero de 2019 y obliga a los países a reducir en un 80% o más la cantidad de gases HFC producidos y consumidos. Si bien los HFC son potentes contaminantes del clima, no destruyen el ozono estratosférico y se desarrollaron como un reemplazo rápido de los HCFC, que se están eliminando según el Protocolo. Sin embargo, se están haciendo grandes avances con tecnologías que son más seguras para el medio ambiente y, en general, más baratas que los HFC, que permitirán su reducción y reemplazo.

Con su plena implementación, la Enmienda de Kigali podría evitar hasta 0,4 °C de calentamiento global a fines de este siglo, mientras se continúa protegiendo la capa de ozono (SAP 2018). En ese sentido, la enmienda también contribuirá sustancialmente a la consecución de los objetivos del Acuerdo de París sobre cambio climático (ONU 2015).

¿Dónde se utilizan los HFC?

Se utilizan principalmente en el sector de refrigeración, aire acondicionado y bombas de calor, en los equipos de refrigeración de supermercados y edificios, o en los de aire acondicionado de los automóviles. También se encuentran en espumas aislantes, algunos aerosoles y en equipos de protección contra incendios; incluso, en inhaladores para el asma.

El Programa de Asistencia al Cumplimiento (CAP) está ayudando a crear conciencia de alto nivel sobre la Enmienda de Kigali, cuyo objetivo principal es reducir el crecimiento de los HFC y, por lo tanto, disminuir los costos futuros para el medio ambiente.

¿Qué puede hacer Ud. para apoyar la Enmienda de Kigali?

  1. Apague su equipo de aire acondicionado cuando no esté en su casa. Abra las ventanas con persianas cuando la temperatura del aire exterior sea más agradable.
  2. Solicite que un técnico certificado le haga un servicio/mantenimiento apropiado a su equipo de aire acondicionado, para evitar la fuga del gas refrigerante, y así aumentar su eficiencia energética.
  3. Cuando compre nuevos electrodomésticos, busque refrigeradores, frízers, equipos de aire acondicionado o bombas de calor que contengan refrigerantes de bajo potencial de calentamiento atmosférico (PCA) y que tengan un alto nivel de eficiencia energética.
  4. Deseche su frízer, refrigerador o equipo de aire acondicionado de la manera apropiada. Localice los centros de reciclaje de su área. A veces, las empresas de servicios recogen refrigeradores usados.
  5. Conviértase en un defensor del medio ambiente. Difunda el mensaje.
  6. Pregúnteles a sus colegas, compañeros de clase, maestros etc. acerca de los HFC, para crear espacios de debate.
  7. Hable con los diputados electos acerca del cambio climático y del impacto de los HFC.

Más información: Cada Acción Cuenta: La Enmienda de Kigali (PNUMA 2022)

 

Publicaciones 

Cada acción cuenta: Enmienda de Kigali (PNUMA 2022) 

Transversalización de género en el Protocolo de Montreal: Experiencias en América Latina y el Caribe 

Nota breve sobre las tecnologías de la Cadena de Frío: VACUNAS  

Nota breve sobre las tecnologías de la Cadena de Frío: LA REFRIGERACIÓN DOMÉSTICA, PROFESIONAL Y COMERCIAL 

Nota breve sobre las tecnologías de la Cadena de Frío: EL ALMACENAMIENTO REFRIGERADO Y CÁMARAS FRIGORÍFICAS 

Nota breve sobre las tecnologías de la Cadena de Frío: EL SECTOR DE LA PRODUCCIÓN Y PROCESADO DE ALIMENTOS 

Nota breve sobre las tecnologías de la Cadena de Frío: APLICACIONES DE BUQUES PESQUEROS 

Nota breve sobre las tecnologías de la Cadena de Frío: EL TRANSPORTE FRIGORÍFICO 

 

Cajas de herramientas, manuales y guías 

Cadena de Frío para la Vida: Qué es la cadena de frío y por qué es importante 

 

Factsheet 

Colores del cilindro de refrigerante: ¿qué ha cambiado? 

Consumo remanente para mantenimiento para HCFC - ¿Qué es y por qué es importante? 

Subpartidas adicionales de códigos SA. Propuestas para los HFC en anticipación a la actualización de los códigos SA de 2022  

Hoja informativa Nº12 de Acción por el Ozono en Kigali: Interacciones con otras medidas políticas 

 

Otras publicaciones: 

Opciones legislativas y políticas para controlar los hidrofluorocarbonos 

Manual de Capacitación para Oficiales de Aduanas y Cumplimiento - 3ra EDICIÓN Salvando la Capa de Ozono 

Guía rápida para la revisión aduanal de SAO 

Manual de Capacitación para Oficiales de Aduanas y Cumplimiento - 3ra EDICIÓN Salvando la Capa de Ozono 

 

Boletín Informativo 

Cada Acción Cuenta Nº1: La Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal podría ayudar a cumplir el 33% de la meta establecida por el acuerdo de París