Credit: AFP/Valentin Flauraud
18 Jul 2024 Reportaje Nature Action

Cómo los detener la deforestación puede ayudar a contrarrestar la crisis climática

Credit: AFP/Valentin Flauraud

Cada año, la humanidad arrasa con 10 millones de hectáreas de bosques, una superficie equivalente al tamaño de Portugal.  

La pérdida de estos ecosistemas socava la vida silvestre y la de miles de millones de personas que dependen de los bosques para procurarse alimento, agua y otros recursos esenciales. 

Sin embargo, la deforestación conlleva un peligro más que suele pasar desapercibido: exacerba el cambio climático. La tala de árboles en tan solo las zonas tropicales libera más de 5.600 millones de toneladas de gases de efecto invernadero que calientan aún más el planeta cada año. Estas emisiones contaminantes superan en más de 4 veces las emisiones de las industrias mundiales de transporte aéreo y marítimo. 

Los países se están preparando para actualizar sus compromisos climáticos nacionales en 2025, una etapa crucial en el histórico Acuerdo de París en materia de cambio climático; especialistas urgen a los gobiernos a incluir metas concretas para poner fin a la deforestación e impulsar la restauración forestal. Sin estos cambios tan esperados, los expertos aseguran que los países se verán abocados a enfrentarse a una crisis climática que está rompiendo récords en temperaturas máximas y provocando un caos de condiciones meteorológicas extremas en todo el mundo. 

«Los bosques benefician no solamente la rica biodiversidad y las economías y sociedades humanas, sino que también desempeñan un rol vital en estabilizar el clima —afirmó Mirey Atallah, Jefa de la unidad de Adaptación y Resiliencia ante el Cambio Climático, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)—. Si realmente queremos mantener algo de esperanza en ralentizar el cambio climático, debemos detener la deforestación». 

A continuación, se presenta un vistazo más detallado sobre cómo los bosques pueden contrarrestar la crisis climática.

¿Cómo la deforestación exacerba la crisis climática? 

Los árboles son unos de los mayores almacenes de carbono en el planeta, ya que lo capturan y absorben del aire mediante la fotosíntesis y lo depositan en sus hojas, raíces y troncos.  

Sin embargo, al morir o quemarse, los árboles liberan el carbono almacenado a la atmósfera en forma de dióxido de carbono. Este gas de efecto invernadero atrapa el calor que se encuentra cerca de la superficie de la Tierra, lo que provoca un aumento de las temperaturas y una intensificación del cambio climático.  

Asimismo, la pérdida de árboles implica que los bosques ya no son capaces de absorber tanto carbono desde el aire como solía hacerlo. La liberación de CO2 y la pérdida de capacidad de almacenamiento son un golpe doble para el clima del planeta. 

¿Por qué hacer frente a la deforestación y el cambio climático resulta tan importante ahora mismo? 

Las actividades humanas, tales como la quema de combustibles fósiles, están incrementando las emisiones de gases de efecto invernadero a niveles nunca antes vistos, lo que agrava las inclemencias climáticas como inundaciones, sequías e incendios forestales. Estos desastres a millones de personas y causan billones de dólares en pérdidas económicas cada año.  

Y la situación seguirá empeorando. Los datos científicos del PNUMA permiten demostrar que los compromisos climáticos actuales llevan al planeta a calentarse entre 2,5°C y 2,9°C de aquí a final de siglo, una cifra muy superior a los objetivos del Acuerdo de París que bastaría para desencadenar una catástrofe climática.  

Reducir las emisiones rápidamente mediante la conservación y restauración de bosques es una medida vital.

A section of forest sits charred and smoking
Cada año, el mundo pierde 10 millones de hectáreas de bosques, una destrucción que ocurre en mayor medida en las zonas tropicales y subtropicales, como la Amazonía. Créditos de imagen: AFP/Michael Dantas  

¿Qué impacto positivo tendría proteger los bosques en el cambio climático? 

Un impacto enorme. Para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5°C, un objetivo clave del Acuerdo de París, resulta necesario que el mundo entero reduzca 22 gigatoneladas de emisiones de gases de efecto invernadero cada año de aquí a 2030. Detener la deforestación podría reducir las emisiones en 4 gigatoneladas al año, según afirma el Programa ONU-REDD, un asociación entre el PNUMA y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Proteger y restaurar los ecosistemas forestales es una de las numerosas soluciones basadas en la naturaleza que los países pueden aplicar para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. En un informe del PNUMA se descubrió que estas estrategias ayudarían a reducir las emisiones en entre 10 y 18 gigatoneladas cada año de aquí al año 2050. 

¿Los países han progresado lo suficiente para detener la deforestación? 

No. La deforestación sigue ocurriendo a un ritmo alarmante, ya que es causada casi exclusivamente por la expansión agrícola. El mundo ha perdido 420 millones de hectáreas de bosques desde 1990, aseguró la Organización para la Alimentación y la Agricultura. Esta cifra equivale a una superficie de la mitad de China. De 2015 a 2020, la tasa de deforestación era de 10 millones de hectáreas cada año, una superficie del tamaño de Portugal. 

A man crouches over a collection of saplings.

¿Cómo los planes climáticos nacionales pueden contrarrestar la deforestación? 

Todas las 195 partes firmantes del tratado sobre el cambio climático (Acuerdo de París), adoptado en 2015, deben consolidar sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional. Estos planes climáticos trazan el camino sobre cómo los países reducirán las emisiones y tratan todo tipo de sectores como las inversiones en energías renovables y la promoción de prácticas de cultivo y ganadería más sostenibles. 

A pesar de que los bosques pueden contrarrestar naturalmente el cambio climático, tan solo el 40% de los países más propensos a deforestar ha incluido medidas para proteger los bosques en sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), señaló un reciente informe de ONU-REDD

Con la próxima ronda de compromisos climáticos de 2025, Mirey Atallah manifiesta que los responsables de la formulación de políticas tienen una «oportunidad de oro» para incorporar metas concretas en materia de protección y restauración de bosques.  

¿Cómo los países pueden mejorar sus planes para detener la deforestación? 

El primer paso es definir metas definidas en las contribuciones nacionales determinadas para poner un alto a la deforestación y para restaurar los bosques, aseguró Mirey Atallah. Las causas de la deforestación suelen ser complejas, como la extracción de recursos y la expansión incontrolada de la agricultura, y requieren diálogos y concesiones en el plano nacional.  

Asimismo, los planes climáticos nacionales deberían tener en cuenta las perspectivas de los Pueblos Indígenas, las comunidades rurales, las mujeres y la juventud, indicó el informe de ONU-REDD. Los países en desarrollo, el hogar de la vasta mayoría de la deforestación mundial, también necesitan apoyo financiero y técnico con vistas a cumplir con sus compromisos de proteger los bosques. 

El PNUMA está colaborando con los países para asegurar que los pagos relacionados con los bosques (por parte de países en desarrollo o mercados de carbono) reflejen el verdadero valor de los ecosistemas forestales y proporcionan un flujo financiero significativo en favor de los países en desarrollo. Según los hallazgos del informe publicado por ONU-REDD, se estima que los precios del carbono forestal deben incrementarse a entre 30 y 50 dólares por tonelada de dióxido de carbono equivalente si realmente se quiere lograr un impacto positivo. A la fecha, estos precios rondan por menos de 10 dólares por tonelada de dióxido de carbono equivalente, un valor que es demasiado inferior en todos los aspectos al costo de conservar los bosques. 

«Se nos acaba el tiempo para hacer frente a la crisis climática —aseguró Mirey Atallah—. Si los países no logran progresos significativos en proteger los bosques y en reducir las emisiones mediante esta próxima ronda de contribuciones determinadas a nivel nacional, es posible que sea demasiado tarde para evitar las peores consecuencias del cambio climático». 

 

La solución de seis sectores a la crisis climática 

El PNUMA está a la vanguardia en el apoyo al objetivo del Acuerdo de París de limitar el incremento del calentamiento global a muy por debajo de los 2 °C y aspirar a 1,5 °C, en comparación con los niveles preindustriales. Para ello, el PNUMA ha desarrollado la Solución de los seis sectores, una hoja de ruta para reducir las emisiones en todos los sectores en conformidad con los compromisos del Acuerdo de París y en busca de la estabilidad climática. Los seis sectores identificados identificarse son: energía; industria; agricultura y alimentación; bosques y uso del suelo; transporte; y, construcciones y ciudades.