El nuevo informe de la Red de Economistas de la ONU, Shaping the Trends of Our Time, analiza cinco megatendencias que están afectando el desempeño económico, social y ambiental en el mundo: la crisis climática, los cambios demográficos -especialmente el envejecimiento de la población-, la urbanización, las tecnologías digitales y las desigualdades.
Pushpam Kumar, economista ambiental en jefe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), dirigió la contribución de esta organización al informe. En esta entrevista comenta estas megatendencias y las oportunidades que presentan para los responsables políticos.
Este informe fue escrito por economistas de varias agencias de la ONU, ¿qué perspectiva les otorgó su diversidad de contextos?
Este informe se encuentra en la intersección de la ciencia y la política, y fue elaborado por economistas de alto nivel de varias agencias de la ONU, incluidos el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DESA), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ONU-Hábitat, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (PNUMA) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Todos aportan una rica perspectiva sobre cómo la economía y la sociedad interactúan con dinámicas demográficas como la urbanización, la tecnología y tendencias similares. El informe se basa en los últimos descubrimientos científicos y conocimientos de estas agencias de la ONU. Vincula las megatendencias, ofreciendo una imagen clara de cómo el clima y la urbanización pueden afectar la desigualdad y la pobreza, y cómo las nuevas tecnologías podrían afectar el cambio climático y el capital natural. El informe es una lectura fascinante para las personas que tienen la voluntad de influir en las decisiones políticas para un futuro mejor para todos.
¿Cómo contribuyó el PNUMA a la sección sobre clima, capital natural y contaminación?
El PNUMA aportó la investigación y el análisis de esta profunda megatendencia, que influye directamente en todas las demás.
Revisamos y sintetizamos información proveniente de las diferentes ramas de trabajo del PNUMA en estas áreas durante los últimos años. El aporte se basó en la ciencia y los datos de informes emblemáticos, como el Informe De Riqueza Inclusiva, la Perspectiva del Medio Ambiente Mundial y los hallazgos de otras convenciones y trabajos de divulgación. También extrajimos hallazgos de reportes del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), como el informe Calentamiento Global de 1,5˚C, y el informe de Evaluación Global de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) de 2019.
¿Qué es el capital natural?
El capital natural se refiere a los activos naturales, tanto renovables como no renovables, que apoyan la producción y el consumo, y sustentan a la humanidad. Esta abundancia de naturaleza, sin embargo, no es gratuita e ilimitada, la actividad humana la está degradando y agotando. El mantenimiento de los activos naturales requiere inversiones, como gastos en la restauración de tierras y costas. Los fondos destinados a la restauración deben tratarse como una inversión, no como un gasto, porque la naturaleza proporciona servicios y beneficios a largo plazo a las personas, tanto directa como indirectamente.
¿Qué tendencias encuentra el informe en términos de clima, capital natural y contaminación?
Nuestro análisis confirma las tendencias climáticas señaladas por el IPCC. Las emisiones globales de gases de efecto invernadero han aumentado cada año desde la crisis financiera mundial de 2009, sin señales de que alcancen el pico máximo en los próximos años. Esto es grave ya que el clima cambiante afectará a todas las comunidades, especialmente las de África y Asia. También es probable que el cambio climático se convierta en el motor dominante de las afectaciones a la biodiversidad en las próximas décadas.
La tendencia puede revertirse mediante políticas de respuesta eficaces. De 2020 a 2030, las soluciones basadas en la naturaleza implementadas con salvaguardas podrían proporcionar hasta 37% de la mitigación necesaria para limitar el calentamiento global a menos de 2 °C.
En capital natural, no identificamos una tendencia, sin embargo, el PNUMA ha asumido un papel de liderazgo en este campo. Nuestro último informe sobre riqueza inclusiva muestra una disminución promedio del capital natural en 140 países entre 1992 y 2014.
En cuanto a la biodiversidad, nos alarma el hecho de que un millón de especies se enfrenten a la extinción, muchas de ellas en tan sólo décadas. Se necesita una acción mundial urgente y concertada para revertir esta tendencia. Tener indicadores y metas científicamente creíbles para la diversidad biológica sería de gran ayuda. La riqueza inclusiva, incluido el capital natural, sirve para este propósito.
Sobre la contaminación, encontramos un aumento alarmante de la polución del aire en Asia, África y partes de la Amazonia. Esto no significa que la contaminación del aire haya abandonado América del Norte, Oriente Medio y Europa, sino que es más pronunciada y generalizada en el mundo en desarrollo. La contaminación atmosférica tiene un impacto enorme en la salud humana y está asociada a la muerte de 7 millones de personas cada año.
La contaminación marina también es muy pronunciada en las zonas costeras del mundo. Por último, la degradación de la tierra y la erosión del suelo está aumentando en partes de Asia meridional y central, África subsahariana y del norte de África, lo que tendrá graves consecuencias para la producción de alimentos.
¿Cómo influyen estas tendencias en el desarrollo humano?
La pobreza, el hambre, la desigualdad y la salud humana están directamente relacionados con el funcionamiento de la naturaleza. Esto es muy claro en los países de ingresos bajos y medios. Varios componentes determinantes del desarrollo humano dependen directamente de la calidad de la capa superior del suelo, los espacios verdes en las ciudades, la biomasa forestal, las poblaciones de peces, los recursos de propiedad común (y el acceso a estos), las aguas subterráneas y superficiales, y los niveles generales de contaminación.
¿Qué acciones podrían ayudar a mitigar las tendencias negativas sobre el clima, el capital natural y la contaminación?
Se necesita una transformación importante, que implicará cambios profundos en la forma en que los gobiernos, las empresas y los mercados responden a las demandas de energía, alimentos y servicios intensivos en materiales.
Se necesitan marcos de políticas y opciones de respuesta innovadoras que apoyen esta transformación, como los cambios culturales, la evolución tecnológica, las soluciones basadas en la naturaleza y las herramientas de la economía circular inclusiva. La política de desarrollo sostenible debe estar firmemente arraigada en un enfoque de análisis de sistemas, que reconozca los impulsores directos e indirectos del cambio, minimizando al mismo tiempo las compensaciones y cosechando sinergias.
¿Las tendencias ofrecen oportunidades para el desarrollo sostenible?
Absolutamente.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) están integrados y son holísticos. Son responsabilidad de todos nosotros. Los individuos, familias, comunidades, regiones y naciones pueden moldear su enfoque, perspectivas y aspiraciones mediante el consumo y la producción sostenibles. Las herramientas económicas como los bonos climáticos, los bancos de humedales o el acceso a la biodiversidad basado en incentivos deben usarse de una manera socialmente creíble para que sea inclusiva y equitativa.
El informe describe las acciones que debemos tomar para influir y reformar estas tendencias a fin alcanzar los ODS. Tenemos menos de diez años para lograr los objetivos, y este informe proporciona evidencia y herramientas para que los tomadores de decisiones influyan en las políticas y las acciones a nivel nacional y mundial.
¿Cómo pueden ayudar los hallazgos del informe a brindar una solución a la pandemia de COVID-19?
Hay informes específicos de la ONU para comprender las causas, implicaciones y soluciones de la pandemia de COVID-19, incluida la reciente publicación del PNUMA y el Instituto Internacional de Investigaciones Pecuarias (ILRI), Prevenir la próxima pandemia: Zoonosis y cómo romper la cadena de transmisión.
Las herramientas económicas innovadoras como los bonos climáticos, los bancos de humedales, el acceso a incentivos y la distribución de beneficios en la conservación de la biodiversidad deben utilizarse de manera transparente, inclusiva y creíble.
Ahora sabemos que la pandemia ha surgido de un patógeno que se transfirió de la naturaleza a los humanos. Esto sucedió debido a una combinación de factores que van desde la fragmentación del hábitat, el cambio climático, el comercio ilegal de vida silvestre y hasta la domesticación de animales silvestres. Hoy en día, la magnitud de los paquetes de ayuda llega a los US$ 15 billones y el caos en nuestras economías y sociedades es catastrófico. Las causas de esta pandemia se relacionan con la biodiversidad y el clima, por lo que la solución debe tenerlos en cuenta para poder reconstruir mejor. El informe cubre buena parte de este tema.