Cruzar los océanos del mundo sin una gota de combustibles fósiles es posible. El Race for Water es prueba de ello. La embarcación, que está completamente impulsada por energía solar, hidrógeno y viento, inició en 2017, en el puerto de Lorient, Francia, una travesía de 5 años alrededor del mundo para hacer un llamado global sobre la urgencia de frenar la contaminación de los océanos.
Esta semana, el catamarán llegó a la Ciudad de Panamá como parte de una serie de paradas en América Latina y el Caribe que incluyó a Bermudas, Cuba, República Dominicana y Guadalupe
La expedición, dirigida por la fundación suiza Race for Water y respaldada por ONU Medio Ambiente, involucra a las poblaciones locales con actividades educativas. Más de 1.500 niños se han beneficiado hasta ahora de las conferencias y presentaciones interactivas a bordo del buque sobre cómo combatir la contaminación por plástico. Alrededor de 8 millones de toneladas de residuos plásticos terminan en los océanos cada año, y si no se toman medidas urgentes, para 2050 puede haber más plástico que peces en los mares del planeta.
"La fundación Race for Water está demostrando que un futuro sin emisiones no es una utopía, sino una realidad. ONU Medio Ambiente se enorgullece de apoyar la odisea alrededor del mundo de este innovador buque", dijo Erik Solheim, Director Ejecutivo de ONU Medio Ambiente.
La misión sirve como plataforma para promover entre gobiernos, empresas, científicos y estudiantes el uso de innovaciones tecnológicas para administrar mejor el plástico desperdicia y reducir su consumo. Además, la tripulación de esta nave innovadora emprende proyectos de investigación científica destinados a medir el impacto de la basura marina en la vida silvestre y los ciclos biológicos.
"Estamos encantados de estar en Panamá y tener la oportunidad de explicarle al público la fragilidad de los ecosistemas marinos y las soluciones que necesitamos para combatir la contaminación por plásticos, incluidos los microplásticos", dijo Franck David, líder de la expedición.
El Race for Water es un catamarán de 35 metros de largo con 500 m2 de paneles solares en su cubierta (38.000 celdas fotovoltaicas), una planta para producir energía a partir del hidrógeno del agua salada (que le puede dar una autonomía de 6 días) y una vela de máxima eficiencia, que ayuda a aprovechar el poder del viento.
“El Race for Water está demostrando que a través de tecnología y la innovación ya podemos alcanzar soluciones eficientes para la contaminación por plásticos, uno de los problemas más graves de nuestro tiempo”, dijo el Director Regional de ONU Medio Ambiente en América Latina y el Caribe, Leo Heileman, durante una visita al barco.
“Ya contamos con las innovaciones que nos ayudarán a fundar una nueva economía del plástico. Ahora necesitamos del impulso de todos los sectores para cambiar nuestro ritmo insostenible de consumo y desecho. Es por eso que la contaminación por plásticos es el tema del Día Mundial del Medio Ambiente 2018”, añadió Heileman.
"Un planeta #SinContaminación por plásticos", el tema del Día Mundial del Medio Ambiente 2018, insta a los gobiernos, la industria, las comunidades y los individuos a unirse para reducir urgentemente el uso excesivo del plástico de un solo uso que contamina nuestros océanos, daña la vida marina y amenaza la salud humana.
La expedición del Race for Water correrá la voz sobre este asunto apremiante. El buque se detendrá en los próximos meses en Perú y Chile, antes de continuar su viaje hacia las islas del este de Asia. "Shanghái, Tokio y Dubái siguen en el trayecto y terminaremos esta expedición única en el Mediterráneo, antes de regresar a Francia en 2021 ", informó David.
Panamá, Chile y Perú son parte de la campaña Mares Limpios de ONU Medio Ambiente, que tiene como objetivo garantizar que ciertos tipos de plásticos desechables y microplásticos, que están causando importantes impactos ecológicos, sean prohibidos para 2022.