Las aves, los peces, las tortugas, los mamíferos marinos e incluso las semillas y larvas conectan las islas del Caribe a través del aire y el mar.
Conscientes de que la biodiversidad no conoce fronteras, los gobiernos de Cuba, Haití, Puerto Rico y la República Dominicana han conformado el Corredor Biológico en el Caribe, el cual tiene la visión de prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en las Antillas Mayores en su conjunto.