Cada año los seres humanos producimos 280 millones de toneladas de productos de plástico que se convierten al poco tiempo en desechos plásticos, entre ellos un montón de artículos de un solo uso ("desechables"). Una buena parte de ellos son los envases de champú, jabón y detergente.
La empresa chilena Algramo está ayudando a reducir el impacto medioambiental de estos productos. En las tiendas de comestibles de todo Chile y en algunos lugares del Reino Unido, los consumidores pueden rellenar sus productos de primera necesidad, como champú, jabón líquido y detergente, a través de las máquinas expendedoras de Algramo, evitando así la necesidad de utilizar nuevos envases.
Asimismo, comprar por gramos permite a los consumidores un ahorro económico al aliviar el "impuesto de la pobreza", así se le llama coloquialmente a obligar a las personas con menos ingresos a incurrir en gastos más elevados por comprar en envases pequeños en lugar de en grandes cantidades o a granel.
La contaminación por plásticos causa innumerables problemas de salud, obstaculiza las economías y pone en peligro servicios ecosistémicos vitales. El abandono de los productos de plástico de un solo uso y el fomento de la reutilización y la circularidad (donde los recursos no pierden su valor ni se desperdician) se consideran fundamentales para acabar con la contaminación por plásticos.
"Las economías circulares necesitan medidas a gran escala para ser eficaces. En Algramo, estamos haciendo que la circularidad sea rentable y accesible para todos", explicó Amin Guenim, Jefe de Desarrollo de Negocio de Algramo.