El nitrógeno es un elemento que abunda en la atmósfera de la Tierra. Por el nitrógeno es que el cielo se ve de color azul, también forma la base de las proteínas en nuestros cuerpos y ayuda a la fertilidad de los suelos.
Sin embargo, el exceso de especies reactivas de nitrógeno en el medio ambiente (nitrógeno reactivo) contamina la tierra, el agua y el aire a causa de diversas prácticas como: el uso de fertilizantes sintéticos, la descarga de aguas residuales y la combustión de combustibles fósiles. Asimismo, el nitrógeno reactivo empeora las consecuencias del cambio climático y agota la capa de ozono, en particular considerando que ha estado dando buenas señales de recuperación recientemente.
El Informe de Fronteras 2018-2019 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) concluyó que la contaminación por nitrógeno es uno de los problemas de contaminación más importantes que enfrenta los seres humanos.
Esta semana, funcionarios de todo el mundo se reunirán en línea para discutir cómo los países pueden gestionar mejor el nitrógeno. Las conversaciones, apoyadas por el PNUMA, tendrán lugar el 17 de enero. Están diseñados para facilitar la implementación de dos resoluciones de gestión sostenible del nitrógeno aprobadas por la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el órgano de toma de decisiones de más alto nivel del mundo sobre el medio ambiente.
"El nitrógeno es un nutriente primario esencial para la supervivencia de todos los organismos vivos en la Tierra", afirmó la Sra. Leticia Carvalho, Coordinadora Principal de la Subdivisión Marina y de Agua Dulce del PNUMA. "Pero el mundo necesita despertar a los problemas del desperdicio de nitrógeno y las oportunidades para tomar medidas conjuntas para su uso sostenible".
A continuación se exponen cuatro razones por las que la humanidad necesita limitar la contaminación por nitrógeno.
1. La contaminación por nitrógeno perturba la vida terrestre y submarina
Cuando la disponibilidad de compuestos de nitrógeno excede su descomposición por las plantas, el exceso de nitrógeno entra en el medio ambiente, a menudo filtrándose en los ecosistemas acuáticos. Este exceso de nitrógeno en el agua puede causar un rápido aumento de la población de algas tóxicas, fenómeno conocido como proliferación de algas nocivas, que agotan el oxígeno en el agua y pueden provocar zonas costeras muertas que repercuten en la vida submarina. La contaminación por nitrógeno es el factor antropogénico mundial que más influye en reducir la biodiversidad después de la destrucción del hábitat y la emisión de gases de efecto invernadero. Un acuerdo mundial histórico para salvaguardar la biodiversidad, finalizado en diciembre de 2022, comprende objetivos para reducir la contaminación de todas las fuentes para lograr que, a más tardar en 2030, los contaminantes producidos no sean dañinos para la vida ni los ecosistemas.
2. El nitrógeno es un factor clave del cambio climático
Cuando las especies reactivas de nitrógeno se expone al suelo, como en los fertilizantes, provoca reacciones microbianas que liberan óxido nitroso. Este gas es 300 veces más potente para calentar la atmósfera que el dióxido de carbono. Asimismo, permanece activo en la atmósfera durante más de 100 años. Las proliferaciones de algas nocivas en lagos y vías fluviales, a menudo causadas por la escorrentía de fertilizantes, también emiten gases de efecto invernadero.
A esta cuestión se suman las emisiones agrícolas de amoníaco. El amoníaco es una forma gaseosa de nitrógeno, que se emite a la atmósfera a partir de prácticas como: la acumulación, almacenamiento y propagación del estiércol animal y la propagación de fertilizantes sintéticos. Si bien el amoníaco no es un gas de efecto invernadero, cuando se libera al aire, actúa como una base para las emisiones de óxido nitroso, un potente gas de efecto invernadero.
3. La contaminación por nitrógeno es una amenaza para la salud humana
El agua que contiene niveles elevados de nitrato, una forma de nitrógeno resultante de los desechos animales, la descomposición de las plantas y la escorrentía de fertilizantes, aumenta el riesgo de que los bebés desarrollen metahemoglobinemia, comúnmente conocida como "síndrome del bebé azul", que puede ser fatal. Los altos niveles de nitrato en el agua potable también pueden aumentar el riesgo de cáncer en las personas adultas.
Las emisiones de amoníaco, además de agravar el cambio climático, son un importante factor que acelera la contaminación por material particulado fino (MP), un tipo de contaminación que reduce la calidad del aire y provoca efectos adversos sobre la salud humana.
4. Los residuos de nitrógeno pesan sobre la economía
Según el Informe de Fronteras 2018-2019 del PNUMA, el nitrógeno le cuesta a la economía mundial entre US$ 340.000 millones y US$ 3,4 billones anuales al tener en cuenta su impacto en la salud humana y los ecosistemas. La mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, el plan de la humanidad para un futuro mejor, están vinculados con la gestión sostenible del nitrógeno. Los expertos afirman que usar el nitrógeno de manera más eficiente en la producción de alimentos es clave para reducir el exceso de nitrógeno liberado en el medio ambiente.
El PNUMA está trabajando con científicos y demás partes interesadas, con el apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés), para reducir el impacto del nitrógeno en el planeta.
Se han logrado múltiples avances. El año pasado, en la segunda mitad del quinto período de sesiones de la Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (UNEA), los gobiernos aprobaron una resolución sobre la gestión sostenible del nitrógeno. Si bien la primera resolución de la UNEA sobre la Gestión Sostenible del Nitrógeno adoptada en su cuarto período de sesiones (UNEA-4) en marzo de 2019 sentó las bases para un trabajo urgente sobre el nitrógeno, esta segunda resolución es importante porque incluye tanto la ambición de "reducir significativamente el desperdicio de nitrógeno a nivel mundial" como un cronograma "de aquí a 2030 y posterior a 2030".
Para combatir el impacto generalizado de la contaminación en la sociedad, el PNUMA lanzó la campaña #SinContaminación, una estrategia para una acción rápida, a gran escala y coordinada contra la contaminación del aire, la tierra y el agua. La estrategia pone de manifiesto el impacto de la contaminación en el cambio climático, la pérdida de recursos naturales y biodiversidad, y la salud humana. A través de mensajes fundamentados en datos científicos, la campaña destaca cómo la transición hacia un planeta sin contaminación es vital para las generaciones futuras.